El reporte del banco señaló que hay evidencia de que aumentar el salario mínimo ayuda a mejorar las métricas de pobreza sin generar efectos adversos en la inflación.
Sin embargo, de continuar con los incrementos a este ritmo, se esperan efectos negativos para el mercado laboral, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
“(El aumento al salario mínimo) aumenta la carga en costos para las empresas desincentivando la creación de empleo y presionando los precios finales", señaló el banco.
Los aumentos al salario mínimo han ocurrido desde el sexenio de Andrés López Obrador han sido en ritmos del 20%. En 2018, el salario mínimo era de 88.36 pesos.
Además, el banco advirtió que aumentar el salario mínimo puede generar presiones para ajustar los salarios de otros trabajadores cercanos en la escala salarial, lo que se conoce como efecto faro.
"Inicialmente fue limitado dicho efecto porque el salario mínimo era muy bajo, además de que parte de los incrementos observados podrían haber estado asociados al apretamiento de las condiciones del mercado laboral", detalló el reporte.
Los expertos advierten que ahora el contexto es diferente, dados los fuertes incrementos en el salario mínimo ya acumulados.
Uno de los ejemplos de las presiones salariales fue lo que se ha registrado en la inflación especialmente en los servicios, que apenas este año ha comenzado a ceder muy lentamente.