1.- Modernización de puertos de entrada
La primera petición se enfoca a la modernización integral de los puertos de entrada. Los alcaldes señalan que la infraestructura obsoleta, los retrasos y la falta de personal elevan los costos logísticos entre 15 y 20%.
Plantean un fondo trilateral de infraestructura, operaciones comerciales continuas 24/7, la adopción de tecnología de inspección y la creación de consejos binacionales para planear ampliaciones. Propusieron también metas públicas de tiempos de cruce y una expansión significativa del programa de Comercio Libre y Seguro (FAST) y el programa de Asociación Aduanera y Comercial contra el Terrorismo.
México y Estados Unidos comparten más de 50 puertos fronterizos entre puentes terrestres, fluviales y cruces peatonales. Son piezas clave para el comercio y el turismo, con nodos estratégicos en Tijuana-San Diego; Ciudad Juárez-El Paso; Nuevo Laredo-Laredo, y Matamoros-Brownsville.
2.- Colaboración ambiental
La segunda petición gira en torno al fortalecimiento de la cooperación ambiental. Las ciudades fronterizas enfrentan contaminación, desbordes de aguas residuales y emisiones asociadas al tránsito lento.
La asociación propone el lanzamiento del programa Border 2030 con financiamiento anual mínimo de 200 millones de dólares, obras urgentes en los sistemas de tratamiento de Tijuana, Ciudad Juárez y Nogales, así como la instalación de una red trinacional de monitoreo del aire y carriles verdes para vehículos de bajas emisiones.
3.- Logística mejorada
Los alcaldes destacan la necesidad de operaciones transfronterizas más ágiles, redes de transporte mejor integradas y procesos digitales que faciliten el comercio.
La propuesta incluye trámites aduaneros más simples con un manifiesto único, reglas de clasificación alineadas entre los tres países, un intercambio de datos más robusto entre agencias y capacitación continua para el personal encargado del procesamiento de mercancías.
4.- Participación local
La cuarta petición subraya la necesidad de incluir a los gobiernos locales en la gobernanza del T-MEC. Las ciudades fronterizas son responsables de la implementación cotidiana del acuerdo, pero no cuentan con canales formales de participación.
La asociación propone un Consejo de Alcaldes del T-MEC, la incorporación de autoridades locales en comités ambientales, laborales y de facilitación comercial, y la creación de zonas especiales de desarrollo económico con acceso más ágil a programas federales.
Se suma la solicitud de recursos específicos para fortalecer la planeación conjunta entre ciudades hermanas, sobre todo en transporte, uso de suelo y coordinación de infraestructura, especialmente en las comunidades fronterizas que son responsables del mayor volumen de comercio de bienes y servicios.
5.- Mejores condiciones laborales
Las disposiciones laborales reforzadas del T-MEC abren un margen real para elevar las condiciones de trabajo en América del Norte, siempre que exista una coordinación efectiva con autoridades locales y con los sectores productivos.
La propuesta impulsa programas de formación conjunta que reconozcan certificaciones en los tres países y que fortalezcan la disponibilidad de personal para las cadenas de suministro. También incorpora apoyo técnico y recursos para que las autoridades apliquen de manera eficaz las leyes laborales y detecten violaciones que afectan los estándares del acuerdo.
El objetivo se completa con canales accesibles para que los trabajadores expresen inquietudes sin temor a represalias, con el fin de consolidar un entorno laboral más seguro y equitativo en toda la región.
6.- Cadenas de sumnistro
Las disrupciones globales recientes confirmaron el valor estratégico de una cadena de suministro integrada en América del Norte y reforzaron la importancia del T-MEC para impulsar la producción regional. El enfoque de la Asociación pide un mapeo más preciso de los eslabones críticos mediante bases de datos compartidas que permitan identificar vulnerabilidades en los tres países.
Incluye incentivos para que las empresas establezcan plantas en zonas fronterizas y aprovechen su infraestructura y su mercado laboral. La agenda incorpora procesos aduaneros y de verificación más simples para facilitar el cumplimiento de las reglas de origen, sobre todo entre las pequeñas y medianas empresas.
Considera asistencia técnica en comunidades fronterizas para que las pequeñas y medianas empresas (pymes) entiendan las disposiciones del acuerdo y accedan a nuevas oportunidades de mercado.
En conjunto, las seis peticiones dibujan una misma ruta. Las ciudades que sostienen el mayor flujo comercial de América del Norte buscan un lugar real en la mesa donde se decide el futuro del T-MEC. Su mensaje apunta a una frontera que no solo administra el intercambio diario de mercancías, sino que define la competitividad de toda la región.