Someone Somewhere acerca productos artesanales a los 'millennials'
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) – Antonio Nuño, Fátima Álvarez y Enrique Rodríguez pasaron de ser compañeros de juegos a socios de su propia empresa. Cuando cursaban la preparatoria, los amigos de la infancia viajaron a comunidades indígenas de la Sierra Norte de Puebla para hacer servicio social. Ahí descubrieron las dificultades económicas que viven las artesanas a pesar de la riqueza de su trabajo.
En 2011, ya en tercer semestre de la universidad, encontraron una forma de fortalecer la economía de estas localidades. Fundaron Someone Somewhere, una firma que combina el trabajo de los artesanos con diseños y materiales contemporáneos en prendas y accesorios para los millennials, como mochilas, trajes de baño, gorras y camisetas.
Conscientes de que no eran los primeros con esa idea, se enfocaron en diferenciarse de su competencia. “El mercado sólo ofrecía dos opciones de productos artesanales, marcas costosas o productos atractivos con poca calidad”, explica Álvarez.
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Para ofrecer calidad a precios accesibles, Someone Somewhere diseña productos en los que el insumo artesanal es visualmente el más importante, pero no necesariamente el más grande. Sus camisetas, por ejemplo, tienen el detalle del bordado sólo en el bolsillo. Ya el producto completo se confecciona en fábricas, permitiéndoles producir a gran escala.
La empresa trabaja con 150 artesanos en Puebla, Oaxaca y Chiapas. Empezaron con un grupo de cinco mujeres de la comunidad de Naupan en la Sierra Norte de Puebla. Hoy son más de 30 únicamente en esa localidad.
No ha sido necesario enseñarles a confeccionar, pues la mayoría se dedicaba a la artesanía textil. Lo difícil es adaptar los tiempos y la calidad. “La curva de aprendizaje nos toma dos producciones”, dice Álvarez.
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Aunque comenzaron a ofrecer sus productos en ferias universitarias, hoy, el principal canal de venta de la empresa es internet y también tienen presencia en tiendas físicas. En 2016, sus ventas sumaron 100,000 dólares.
Este año planean abrir una flagship store en la Ciudad de México y quieren lanzar su tienda online en Estados Unidos. Para lograrlo, en julio pasado levantaron una primera ronda de inversión con GBM Ventures, PSM y Unreasonable Capital.
Sin embargo, la expansión está condicionada a generar un vínculo entre clientes y comunidades. Por eso, cada producto tiene una etiqueta con el nombre del artesano que se beneficia con la venta.
“Los consumidores empiezan a cuestionarse de dónde vienen los productos”, dice Manuel Valencia, director de la carrera de Negocios Internacionales del Tec de Monterrey. “Someone Somewhere responde, de la mejor manera, a este cuestionamiento”.