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Las preguntas incómodas que le hacen a una emprendedora

¿Eres casada o tienes hijos? Son dos de los cuestionamientos que realizan algunos inversionistas. En el venture capital, la brecha de género es evidente y el tema, una asignatura pendiente.
vie 12 enero 2018 06:00 AM
Panorama.
Panorama. De 352 empresas que han recibido financiamiento de 38 fondos de venture capital en México, sólo 12% tiene alguna mujer en su equipo fundador. (Foto: PeopleImages/Getty Images/iStockphoto)

A finales de 2016, Laura Arau y uno de sus socios, Jorge Martí, estaban listos para iniciar la pasarela ante inversionistas en México, a fin de convencerlos de que su empresa de e-commerce era apta para recibir su dinero. El plan era visitar todos los fondos de capital emprendedor hasta conseguir el monto que requerían. Los emprendedores (que solicitaron no aparecer con sus nombres reales) se concentrarían en presentar la start-up, destacar los logros que habían alcanzado y plantear las proyecciones de crecimiento hacia los próximos meses.

Contactaron a los inversionistas y su agenda se fue llenando de citas. “Visitamos unos 15 o 20 fondos”, recuerda la emprendedora. Los cofundadores llegaban a cada sala de juntas preparados para enfrentar las preguntas sobre su negocio: cuál era el tamaño de su mercado, a cuánto ascendían sus ventas, en qué ocuparían la inversión. Pero, casi siempre, Arau salía decepcionada: aunque ella también sabía las respuestas y era experta en algunos temas del negocio, los inversionistas hacían los cuestionamientos sólo a su socio. La conversación era entre hombres.

“Le daban preferencia a él”, dice la cofundadora. “No sé qué habría pasado si, en vez de un hombre y una mujer, fuéramos dos mujeres. Quizá me hubieran dicho que no. Sería uno más de los proyectos de emprendedoras bateados”.

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nullConversaciones sólo con el emprendedor, preguntas incómodas sobre sus planes de maternidad o su estado civil y comentarios de incredulidad con relación a su compromiso empresarial son desafíos que enfrentan algunas emprendedoras que deciden buscar financiamiento en fondos de capital emprendedor en México.

Fernando Lelo de Larrea, cofundador y managing partner del fondo de inversión ALLVP, reconoce la problemática. “Es evidente que hay un problema porque hay una industria dominada por el sexo masculino que hace este tipo de preguntas y comentarios francamente irrespetuosos, sesgados y miopes”, rechaza.

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Las cifras confirman que la industria de capital emprendedor está dominada por hombres. De 352 empresas que han recibido financiamiento de 38 fondos en México, sólo 30 (12%) tienen alguna mujer en su equipo fundador, según el reporte ‘Las mujeres: asignatura pendiente del venture capital mexicano’, realizado por la start-up Apli. En Estados Unidos, el porcentaje alcanza 16.9% y en Europa, 16.1%, según la plataforma informativa de fusiones y adquisiciones de capital privado PitchBook.

Y en los equipos de trabajo, las principales posiciones están ocupadas en su mayoría por hombres. Una encuesta realizada por Expansión revela que, en promedio, el porcentaje de mujeres en los equipos de 15 fondos de venture capital en el país es de 38%. “No todos los fondos cuentan con mujeres a lo largo de su proceso, a pesar de que mujeres atraen mujeres”, destaca Fernanda Márquez, responsable de relación con inversionistas y desarrollo de negocios del fondo Angel Ventures.

Equipos diversos.
Las principales posiciones en los fondos de inversión están ocupadas en su mayoría por hombres.

Mariana Castillo, cofundadora y CEO de la empresa de lentes Ben & Frank, considera que aumentar la participación de mujeres en los fondos ayudaría a cerrar la brecha de género. “Si hubiera más mujeres tomando decisiones, probablemente habría más empresas de mujeres con inversión”, agrega Claret Uribe, directora de Desarrollo de Negocios en la tienda en línea Bebe2go.

Las emprendedoras no anhelan operar en un mundo exclusivo de mujeres ni de cuotas que obliguen a los fondos a invertir un porcentaje en ellas. Mucho menos quieren ser identificadas como las víctimas del ecosistema. Sólo exigen un piso parejo para iniciar negocios, hacerlos crecer y levantar capital. Porque quedarse en la conversación de que ‘las mujeres son víctimas’ no resolverá el problema. “Es más, lo hará más grande porque muchas encontrarán en eso una razón para no hacer más”, advierte Fabrice Serfati, managing director del fondo Ignia.

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Un problema, muchas raíces

La brecha de género no sólo es característica del ecosistema de venture capital. Datos sobre formación, ocupación, puestos directivos, salarios y capacidad de ahorro muestran que, en distintos frentes, la mujer tiene menor participación y está en continua desventaja. Esto se traslada al emprendimiento. En México, las mujeres representan sólo 16% del sector empresarial, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“Tiene que balancear muchas más cosas que un hombre cuando habla de emprender”, dice Cecilia Ezquerro, CEO y cofundadora de la plataforma digital de compra de lentes de contacto y gafas Leco. Y no sólo eso. La constante desventaja en áreas como educación, experiencia laboral y capacidad económica la orillan a planear más o retrasar su incursión en el emprendimiento, coinciden los especialistas consultados.

“En parte es un tema de aversión de riesgo, en el sentido de que muchas veces algunas son madres solteras o están en situaciones que no les permiten darse el lujo de dejar su trabajo y el ingreso fijo”, explica Mariana Romero, general counsel del fondo LIV Capital.

Algunos inversionistas atribuyen a ello la razón de que haya menos empresas con alguna mujer en su equipo fundador y, en consecuencia, menos inversiones en emprendedoras. Aunque Sofía VillaBoy, directora de la aceleradora de negocios Victoria147, advierte que en los últimos tres años esta tendencia ha comenzado a revertirse. Castillo tiene otra explicación: la vara está más alta para ellas. “Exigen un track record bastante fuerte”, afirma. La responsable de la relación con inversionistas en Angel Ventures coincide: “Inconscientemente, sí son más exigentes con las emprendedoras en temas de métricas y dedicación. Son vallas que se dan de manera natural”.

Para Jimena Pardo, hay una tercera razón: la falta de ambición no impulsa a algunas emprendedoras a buscar un financiamiento de los fondos de venture capital.

Una encuesta de Victoria 147 reveló que más de 50% de sus emprendedoras en etapas tempranas buscaban montos muy pequeños con instituciones financieras, friends and family o ángeles inversionistas. Y, en etapas más avanzadas, preferían levantamientos con fondos. Una de las causas es que ellas son menos especulativas y piden sólo lo que consideran que necesitan. “Los hombres son más ambiciosos y agresivos”, describe Marina Robles, CEO y cofundadora de la agencia de viajes Viajamex.

Dinero con género.
Las inversiones en empresas lideradas por mujeres no superan el 50% del portafolio de cada fondo.

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Responsabilidad compartida

“No importa si es hombre o mujer, buscamos los mejores emprendimientos”. La frase la repiten Fabrice Serfati, de Ignia; Héctor Sepúlveda, managing partner de Nazca Ventures; Mariana Romero, de LIV Capital, y Paula Giraldo, investment officer de Adobe Capital. La principal bandera de estos inversionistas es no discriminar y enriquecer su portafolio a partir de la diversidad.

Sin embargo, para Lelo de Larrea, hay que ir más allá. “No se trata de decir: ‘Voy a escoger a las mejores empresas sean de hombres o sean de mujeres’. Eso no es suficiente porque conlleva los sesgos y los retrasos que traemos en temas de género y no se van a corregir en la medida en que sigamos actuando así”, advierte.

La clave, afirma, está en que la industria del venture capital participe activamente en poner la cancha pareja y eliminar los sesgos. “Es una buena decisión de inversión, vamos a tener un mejor retorno en nuestro portafolio si invertimos en mujeres”, destaca. “Hay habilidades de management de ellas que ponen a las empresas en mejor posición”. Toma de decisiones, sensibilidad a movimientos en el mercado, atracción de talento, empatía y resolución de conflictos son algunas de las habilidades en las que las mujeres han salido mejor evaluadas, de acuerdo con diversos estudios.

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ALLVP lleva a cabo iniciativas con universidades y otros participantes del ecosistema para conectar con el mayor número de emprendedoras. Lo mismo realiza Serfati como mentor en Victoria 147, y Yamín Ruiz, founder y chairman del fondo Global Proteus, que ha destinado 54.5% del dinero del fondo a proyectos de mujeres. “La posición pasiva de muchos compañeros del VC hace que tampoco les lleguen mujeres”, detalla Ruiz. “Nosotros fuimos más propositivos, vamos a eventos de emprendedoras y estamos un poco más activos en la búsqueda”.

Angel Ventures también se sumó a estas prácticas. Desde hace dos años, incluye a al menos dos mujeres en los seis comités sectoriales que evalúan los emprendimientos. “Al haber una mujer en la mesa, los intereses se contraponen y es menos amenazante para la emprendedora que está presentando”, describe Márquez. Además, participan en eventos a favor de la igualdad de género e integran, de manera permanente, a mujeres como inversionistas y mentoras.

Replicar las buenas prácticas y sensibilizar sobre el tema a los participantes de la industria son los primeros pasos para derribar las barreras que impiden que más mujeres reciban inversión. “Lo más importante es identificar en dónde estamos ahora, reconocer que ha sido más difícil para las mujeres llegar a esta industria y aventarse”, concluye Mariana Romero. “Y hasta que no veamos que las primeras van brincando, van subiendo y van siendo casos de éxito, no creo que vayamos a poder reducir la brecha totalmente”.

Nota del editor: Este artículo fue publicado en la edición 1225 de la revista Expansión.

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