Un casco inteligente para evitar accidentes industriales
El 20 de abril de 2016, una explosión en el complejo petroquímico de Pajaritos, en Veracruz, copropiedad de Mexichem, provocó la muerte de 32 personas. Ese año, Prysmex, una start-up orientada a la seguridad industrial, desarrollaba un casco inteligente que ayudaría a prevenir ese tipo de accidentes. De hecho, un mes antes, Mexichem se había interesado por él. “Pero aún no estaba terminado”, dice Susana Ruiz, cofundadora de la empresa.
Ruiz y Patricio de Villa iniciaron su desarrollo en 2014, cuando estudiaban Ingeniería Química y Civil en el Tec de Monterrey. En 2015 se unieron al proyecto los expertos en robótica Luis Eduardo Garza e Iker Arbulu (hoy fuera del equipo) y fundaron Prysmex.
El casco está equipado con sensores de geolocalización y mide temperatura, presencia de gases, iluminación y ruido. Además, una aplicación recopila sus datos y permite a directores y supervisores conocer, en tiempo real, las condiciones de seguridad en la planta o en una obra. Los trabajadores pueden generar reportes con un smartphone, en un formato sencillo. “Se convierten en los ojos de la planta”, sostiene Ruiz.
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Así, la plataforma crea mapas de las zonas más inseguras y propuestas para mitigar los riesgos. La aplicación puede recopilar información de otros dispositivos, como pulseras o chalecos inteligentes.
Cemex ya ha implementado la solución en 14 plantas en México y planea llevarla a otras fuera del país.“Estamos haciendo algo totalmente nuevo con impacto social en la seguridad industrial”, afirma De Villa, CEO de Prysmex.
Mauricio Jessurun, consejero del Colegio de Ingenieros Civiles de México, afirma que los datos servirán para mejorar los procesos de las obras y planearlas mejor. “La construcción y la minería están listas para una gran disrupción”, asegura.
Luego de tres años de trabajo, y tras pruebas piloto en la embotelladora Arca y en Grupo Modelo, la comercialización inició en 2018. Y en mayo, la empresa cerró una ronda de financiamiento con los fondos de inversión Cemex Ventures y Labcap, por un monto no revelado. Ruiz confía en acelerar su crecimiento y captar a clientes, como Mexichem. “A nuestro casco le faltaban pruebas cuando nos acercamos a ellos, luego vino la explosión. Queremos contactarlos nuevamente y presentarles el producto”, señala.
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En datos:
5 millones de pesos ha recibido Prysmex entre inversionistas ángeles y fondos del Inadem.
1.8 mdp facturó la empresa en el primer trimestre de 2018, cuando inició formalmente sus ventas. Prevé concluir el año con ventas por 15 mdp, tras cerrar contratos con cuatro manufactureras. En septiembre lanzará una versión de la app para Pymes.
En 2015 fue finalista del Global Entrepreneurship Summit, fue acelerada en Silicon Valley y se asoció con ReadWrite Labs (antes Wearable IoT World). Este año fue una de las 15 start-ups mexicanas invitadas a la feria Hannover Messe, en Alemania.
34,000 accidentes registró la industria de la construcción en 2016, la actividad económica con mayor número de incidentes laborales, según el IMSS. La solución de Prysmex podría ayudar a bajar esta cifra. “Las constructoras pagan más al IMSS por el grado de riesgo, el sector tiene más accidentes que la minería, metalurgia y petroquímica”, afirma Javier Ávila, instructor el Instituto de Capacitación de la Industria de la Construcción (ICIC).
NOTA DEL EDITOR: Esta nota se publicó originalmente en la edición de Expansión 1235 (1 de junio de 2018).