Exxon busca recuperar terreno en el auge del petróleo de esquisto en EU
El reemplazo de Rex Tillerson en ExxonMobil ya está tomando una postura más "America First" ("Estados Unidos primero").
Apenas dos semanas después de que Tillerson abandonara el puesto para enfocarse en su nominación como secretario de Estado del presidente electo de EU, Donald Trump, el presidente ejecutivo de Exxon, Darren Woods, ha reaccionado rápidamente en la compañía al comprar una gran cantidad de recursos de petróleo de esquisto estadounidense.
Este martes, Exxon anunció que está gastando 5,600 millones de dólares para comprar activos en el semillero de petróleo de esquisto de la Permian Basin, que se extiende desde Texas hasta Nuevo México. Es el mayor acuerdo de la compañía desde 2010.
La adquisición hecha a la familia Bass de Texas representa un esfuerzo de Woods por ayudar a Exxon a recuperar terreno después de que se rezagó fuertemente en el auge del petróleo de esquisto en Estados Unidos durante la década en que Tillerson estuvo a cargo.
En lugar de aprovechar la explosión de la producción petrolera estadounidense, Tillerson puso la mira de Exxon en proyectos petroleros extranjeros en Rusia, Iraq y en las costas de África. Del mismo modo, el otro gran rival de Exxon, Chevron, también llegó tarde a la fiesta del petróleo de esquisto. Eso dejó el campo abierto a compañías petroleras más jóvenes y ágiles que florecieron durante uno de los mayores auges petroleros de la historia, uno que ha cambiado el mapa global de los países productores de petróleo en la última década.
Exxon ahora dice que la última compra tiene el potencial de arrojar 3,400 millones de barriles de producción equivalente de petróleo. Exxon agrega que los recursos se encuentran en una parte “altamente prolífica, propensa al petróleo” de la Permian Basin y que duplicarán los activos de la compañía en esa cuenca.
“ExxonMobil ha llegado tarde a invertir en esquisto en detrimento suyo”, dijo Brian Youngberg, un analista que cubre Exxon para Edward Jones.
Pero Youngberg dijo que el acuerdo muestra que Exxon está “tratando de recuperar terreno y quiere los activos de la más alta calidad”.
El pérmico ha demostrado ser la parte más resistente del vasto imperio petrolero de Estados Unidos . Incluso durante los precios relativamente bajos de hoy —el precio actual de 53 dólares por barril es solo la mitad del nivel de hace tres años—, los frackers en el Permian Basin siguen bombeando de manera rentable.
Woods, el nuevo CEO de Exxon, señaló que estos yacimientos de esquisto tienen un historial de generación de “retornos atractivos en un entorno de bajo precio”. Dijo que la inversión reforzará la presencia de la compañía en el “área de crecimiento dominante en Estados Unidos” para el bombeo de petróleo en tierra.
Es la adquisición más grande para Exxon desde el masivo acuerdo de 2010 para comprar XTO Energy por 41,000 millones de dólares. XTO era un importante productor de gas natural y hoy la división de Exxon bombea mucho petróleo de esquisto en Dakota del Norte y Texas.
Por supuesto, Exxon es un poco más restringido de efectivo en estos días. La deuda a largo plazo de Exxon se ha cuadruplicado a casi 30,000 millones de dólares, a pesar de que sus ganancias han caído a mínimos de 17 años en medio de la caída de los precios del petróleo.
La presión financiera de Exxon ha dado lugar a la pérdida de su alguna vez perfecta calificación crediticia AAA.
Eso explica por qué Exxon está pagando por los activos de Permian usando las acciones de la compañía.
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