GE, Tesla, Amazon, Apple y Google se unen contra veto de Donald Trump

Docenas de empresas trabajaron en conjunto para ingresar una petición a la corte, otros usaron los anuncios del Super Bowl para promover mensajes de inclusión y tolerancia a 111 millones de espectadores. Starbucks prometió contratar a 10,000 refugiados. La oposición a la orden migratoria del presidente Trump no solo proviene de los jueces o los demócratas. Proviene de los empresarios estadounidenses.

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Las empresas están preocupadas por el acceso a los trabajadores extranjeros altamente calificados y a los mercados extranjeros. Pero la oposición corporativa a la orden va más allá, en algunos casos la llaman inconstitucional o sugiriendo que entra en conflicto con los valores estadounidenses.

Todos los negocios que se oponen a la orden se han enfrentado a una difícil decisión: cómo responder a un nuevo presidente cuya base se sobrepone con sus propios compradores y que ha mostrado ser capaz de señalar a una empresa sin advertencia.

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nullEl 27 de enero Trump ordenó una prohibición temporal a la entrada de refugiados a los Estados Unidos y a los ciudadanos provenientes de siete ciudades de mayoría musulmana.

La orden fue suspendida nacionalmente el viernes tras la resolución de un juez federal a una demanda impuesta por los fiscales generales de Minnesota y Washington.

Quizás la respuesta corporativa de mayor peso llegó a finales del domingo y principios del lunes cuando 127 empresas, casi todas de la industria de la tecnología, se unieron a la petición legal. El grupo incluye a Apple, Google, Facebook y Microsoft, además de las empresas de Elon Musk, Tesla y SpaceX.

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Amazon y Expedia ya han ingresado mociones para oponerse a la orden. Pero la petición legal no es la única manera en que las empresas están retando a Trump sobre la inmigración. Y no son solo las empresas de tecnología las que están dando a conocer su opinión.

El CEO de Starbucks, Howard Schultz, emitió un comunicado la semana pasada donde anunciaba que la empresa contrataría a 10,000 refugiados.

"Tenemos una larga historia contratando a jóvenes que buscan oportunidades y un camino a una nueva vida alrededor del mundo”, escribió a sus empleados.

Ford Motor, con sede en Dearborn, Michigan, hogar de la mayor concentración de estadounidenses de origen árabe, emitió un comunicado con lenguaje fuerte en el que se oponía al veto por ser una violación de los valores de la compañía, incluyendo el respeto y la inclusión.

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El CEO de General Electric, Jeff Immelt, emitió un comunicado a sus empleados en el que se opone al veto. Lloyd Blankfein, CEO de Goldman Sachs dijo a los empleados de la firma en Wall Street que “Esta no es una política que apoyemos”. Él añadió que “ser diverso no es opcional; es lo que debemos ser”.

El domingo por la noche, las empresas gastaron millones de dólares en anuncios del Super Bowl, y trajeron con ellos mensajes pro-inmigración a la mayor audiencia televisiva del año.

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84 Lumber mostró el arduo trayecto a Estados Unidos de una madre y una niña pequeña que terminó con ellas encontrando la manera de entrar a través de una Puerta en un muro fronterizo. Una versión en línea de este spot termina con el slogan: “La voluntad de lograr siempre es bienvenida aquí”.

Coca-Cola revivió un spot con una interpretación multilingüe de "America the Beautiful" sobre la imagen de personas de diferentes culturas, finalizando con la frase “Juntos es hermoso”.

Airbnb, que también se unió al reto legal el domingo, emitió una celebración de la multiculturalidad estadounidense que terminó con el hashtag "#WeAccept", (Nosotros aceptamos).

Anheuser-Busch, que cambió su nombre temporalmente a America el año pasado, usó su anuncio del domingo para contar la historia de su fundador inmigrante, y el sentimiento antiinmigrante al que se enfrentó cuando llegó a Estados Unidos a la víspera de la Guerra Civil.

Otros ejecutivos como Musk, CEO de Tesla y SpaceX, dicen que están trabajando para cambiar la normatividad a través de otros canales . A diferencia de su contraparte de Uber, Musk decidió permanecer en el consejo de asesores de Trump tras el anuncio del veto.

Si bien los mercados extranjeros y el encontrar trabajadores altamente calificados es importante para los negocios estadounidenses, las empresas se arriesgan a sufrir un revés al retar a Trump por la inmigración. Hubo llamados para boicotear a muchas de esas empresas después de que se emitieran los comerciales.

Las empresas de tecnología están preocupadas por el programa de visa H-1B del que dependen para traer trabajadores altamente capacitados a Estaos Unidos. Trump ha amenazado con realizar cambios al programa. Ford y otras empresas automotrices están esperando a ver qué políticas aplican a los autos y partes fabricadas en México de las que dependen virtualmente todos los fabricantes. Las automotrices en general, y Ford en particular, han sido objeto de ataques de Trump en Twitter.

Goldman y otras firmas de Wall Street esperan a ver las nuevas reglas que aplicarán a los servicios financieros pues Trump pretende revocar el acta Dodd-Frank.

Si bien el comunicado de Goldman a sus empleados está en oposición al veto, los comunicados de los CEOs de otras firmas financieras como JPMorgan Chase, Bank of America y Wells Fargo, se quedaron cortos de criticarlo directamente.

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