Hortensia Contreras, una ejecutiva entre tienditas
Para Hortensia Contreras, directora general de Blue Label México, la clave para trabajar bien es no hacerlo todo el tiempo. Lograr el equilibrio entre la vida profesional y la personal es fundamental para el éxito, afirma, aunque ello implica convertirse en un “malabarista”. “A menudo traes todas las pelotas en el aire, y hay que cuidar que no se te caigan las importantes. Elige tus pelotas, porque solamente puedes ‘malabarear’ unas cuantas”, dice la directiva.
Los clientes de la firma que dirige son las ‘tienditas de la esquina’, en las que 56% son atendidas por mujeres, según datos de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec). Sin embargo, el reto de cuidar tanto el trabajo como a la familia incluye a mujeres y a hombres por igual, al margen del cargo que ocupen en la empresa. “No puedes perder ni alejarte de la familia y tienes que estar presente en los momentos importantes, tenerlos muy claros y respetarlos”, asegura Contreras.
En México, muchas mujeres eligen centrarse en su hogar y sus hijos en vez de en el trabajo, afirma, pero a ella eso no le ha impedido crecer. Luego de 25 años en el sector financiero —primero como responsable nacional de la banca Pyme en Banca Serfin, luego, en Banco Santander, y después, como directora de inversión de capital en Nacional Financiera—, en 2008, Bimbo la contactó para llevar a cabo la integración al grupo de una adquisición que realizó en Estados Unidos.
En 2010, Bimbo hizo un joint venture con la compañía pública sudafricana Blue Label para traer a México esa red de servicios electrónicos para la microempresa. Poco después, Contreras fue la elegida para dirigirla, dada su experiencia en pymes, reportando directamente al consejo de Blue Label y al presidente de Bimbo, Daniel Servitje. No dudó en aprovechar la oportunidad, pues afirma que esas ocasiones hay que tomarlas sin miedo, adaptándose al entorno.
“En una de mis experiencias bancarias –cuenta–, estábamos en una mesa de negociación, eran puros hombres y yo, y la negociación era de gritos, parecería ser que el que tenía la razón era el que tenía la capacidad de gritar más y de ser más agresivo. Ahí te das cuenta de que necesitas encontrar cómo adaptarte a las circunstancias y cómo hacer valer tu voz, aun en una mesa de ese tipo”.
Por ello, Contreras asumió el reto con energía. Los números la respaldan: en su primer año, Blue Label multiplicó su tamaño por cinco y, desde entonces, pasó de 3,000 a 75,000 afiliados. Ahora, en 2017, espera duplicar esa cifra.
Apoyo a las tiendas
Blue Label trabaja con ‘tienditas de la esquina’ con servicios de capacitación, tecnificación y bancarización. Por ejemplo, les ofrece el uso de terminales bancarias para que puedan aceptar pagos con tarjetas y les brinda una plataforma para que también puedan realizar recargas para teléfonos celulares y ofrecer pagos de servicios, como teléfono y luz.
Estas ayudas cobran mayor importancia por la competencia que las tienditas enfrentan con los supermercados y las tiendas de conveniencia. De acuerdo con Kantar World Panel, consultora especializada en el comportamiento del consumidor, en el segundo trimestre de 2016, el canal de ‘tienda de la esquina’ tuvo una menor participación de mercado que el canal moderno (autoservicios, bodegas, tiendas club y de conveniencia) por primera vez en 11 años.
Para Cuauhtémoc Rivera, dirigente nacional de la Anpec, el canal tradicional no es valorado en México, cuando representa una gran fuente de empleo que genera, en promedio, dos autoempleos por unidad. Sin embargo, el dirigente no cree que la manera correcta de impulsarlas sea a través de mecanismos como Blue Label. “Hay muchas empresas que lo han intentado, incluso el gobierno federal, y no está mal la intención.
Pero el error es suponer que de lo que se trata es de llevar a las tienditas a su redención, a ser modernas. La verdad es que en el modelo de negocio tradicional, que tiene muchas variantes, una fundamental es que todas sus operaciones son en efectivo”.
Contreras no está de acuerdo con esta visión. Para ella, adaptarse a las condiciones modernas es clave, pues las tienditas están en la cuerda floja y también deben hacer malabares para no fracasar, dice. “Si este canal no adopta el uso de la tecnología en sus operaciones, de una u otra manera, en el tiempo se van a quedar fuera”.