BAIC, JAC y ahora Great Wall Motors. ¿Qué le ven las armadoras chinas a México?
La industria automotriz china ha puesto sus ojos en el mercado mexicano. En el último año, BAIC y JAC han llegado al país, mientras que Great Wall Motors dijo esta semana que analiza construir una planta en San Luis Potosí o Nuevo León. ¿Qué le ven a México?
Para Enrique Dussel, académico de la UNAM y director del Centro de Estudios China-México, este repentino interés obedece a que las empresas chinas están explorando nuevos horizontes, ante la saturación que viven en su mercado interno.
El año pasado la industria automotriz china produjo 24 millones de vehículos, 90% de los cuales fueron para consumo interno, dijo Rafael López, socio director de Asia Business Consulting.
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Si bien el mercado chino ha mantenido crecimientos constantes en la última década, la consultora estadounidense IHS prevé que las ventas de vehículos permanecerán estancadas en los próximos dos años, antes de volver a dar crecimientos.
“Las automotrices chinas están haciendo su trabajo y están explorando nuevos mercados”, dijo Dussel.
Y el mexicano es el más prometedor de América Latina: duplicó su tamaño entre 2010 y 2016 y, al contrario que el brasileño, que cerró 2016 con una caída de 25%, las ventas de autos en México registraron un crecimiento de 18.6%.
El año pasado, las automotrices vendieron 1.6 millones de unidades en México. Los pronósticos son de 1.8 millones para este año. Con esta cifra, el país estará cerca de empatar a Brasil, que aún se mantiene como el mayor consumidor de vehículos de América Latina, con un mercado interno que compra 2 millones de autos nuevos al año.
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A diferencia de otras marcas asiáticas o europeas, que se han instalado en el país con una visión exportadora, las chinas BAIC y JAC han llegado con un enfoque en el mercado interno.
“Ambas apuntan a mercados de consumo de precio bajo. Un segmento de entre 19 y 39 años años, dispuesto a sacrificar equipamiento por un precio más competitivo", dijo López. Por ejemplo, los dos primeros modelos que presentó JAC la semana pasada valen menos de 300,000 pesos.
El reto para BAIC y JAC es quitarse el estigma de la presunta baja calidad de los productos chinos y ofrecer un servicio post-venta eficiente. “El que haya una producción local, en el mediano plazo, ayudará a que el consumidor mexicano perciba a estos modelos como propios”, finalizó López.