Entrevista con Daniel Servitje: “La lucha contra la corrupción es de todos”
Grupo Bimbo es la empresa mexicana mejor evaluada en el ranking de ‘Las 500 empresas frente a la corrupción’, junto con Bio PAPPEL. Daniel Servitje, presidente y director general de la panificadora, comenta las claves que han llevado a la empresa a esa posición.
Expansión: ¿Cuál debe ser el compromiso de las empresas frente a la corrupción?
Daniel Servitje: Las empresas son órganos intermedios de la sociedad, como otros tantos, y, evidentemente, tenemos un rol muy importante en términos de promover valores y de ayudar a formar personas. Y lo hacemos, en un sentido o en otro, con nuestro ejemplo y en la forma como compartimos los valores que tenemos.
Desde ese punto de vista, el rol de la empresa es muy importante, porque somos un ente económico, que, al cooperar y al hacer transacciones, lo puede hacer cumpliendo o no ciertos criterios. Definitivamente, en la parte de integridad y de ética, el contar con un grupo de empresas que la promuevan desde su compromiso de creencias o valores, y que la vivan o que la busquen vivir todos los días de la mejor manera, pues va a llevar a que las sociedades y los países tengan un tejido que promueva esa integridad y esa ética.
Opinión: Un compromiso nuevo contra la corrupción
Bimbo es un caso que, desde su origen, ha tenido una cultura muy fuerte que promueve los buenos valores de la sociedad, entre los cuales, la integridad y la ética son la base en las relaciones de negocio que tenemos.
E: ¿Qué opina acerca de que México siempre esté mal evaluado en rankings como el del Foro Económico Mundial?
DS: Mi sentir es que tenemos un problema, y hay que atajarlo. Creo que también la sociedad está más proactiva, más clara en que esto tiene que cambiar. Yo soy un optimista de que estamos en el camino correcto, y que esto no es solución de una persona: es una responsabilidad de una sociedad, donde la misma sociedad tiene que ser más responsable en tomar estas decisiones por su propio pie, y no necesariamente va a llegar alguien del cielo y va a resolver esto.
E: A Bimbo se le conoce por tener manuales muy estrictos de códigos de ética desde su fundación. ¿Cómo los ha adaptado con el tiempo?
DS: Yo ya tengo muchos años en la dirección general y, desde hace muchos años, también hemos venido actualizándonos en este sentido. Tenemos un código de ética que también se va mejorando frecuentemente, es responsabilidad de los colaboradores el firmar este código de ética e integridad todos los años, los jefes, en particular. Se firma electrónicamente, y es un requisito que los empleados lo lean, lo firmen y se comprometan con él, y también es una oportunidad para exponer algún potencial conflicto.
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Junto con esto, también tenemos una Política Global de Integridad más reciente, que cubre más elementos y para la cual también es requisito que llevemos a cabo un pequeño curso online o, en algunos casos, de manera presencial, que nos permita tener elementos tangibles de que estamos haciendo esta labor de comunicación y de compromiso con todos los niveles de jefatura.
Es todo un sistema, no sólo es la firma, también abarca a terceros, como proveedores, y como parte de la propia política le pedimos a los proveedores con los que tengamos una relación que su comportamiento se extienda al alcance de lo queremos ser y lograr.
También está la oportunidad, como en otras empresas, de que si fallamos, pues como empresa multinacional también hay errores y omisiones, escuchemos estos errores a través de una línea de denuncia.
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Así es como estamos operando, y eso también lo llevamos hace un año a una metodología internacional, y así fue que nos consideraron en el Ethisphere Institute (una organización que mide las prácticas comerciales éticas). Fuimos la única empresa mexicana que se incluyó en ese ranking. Es un compromiso, a la vez que nos lleva a seguir profundizando y mejorando en este sentido.
E: En las cámaras empresariales y en su trabajo como empresario, ¿también impulsa este tipo de políticas?
DS: Yo creo que, en general, el sector privado está cada vez más consciente de este tema, y también hay más sentido de responsabilidad en que la empresa juega un rol en promover una cultura de integridad y combate a la corrupción. Y hay un pronunciamiento y un código de ética del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que ha impulsado junto con otros organismos empresariales.
nullE: ¿Qué piensa de los empresarios que dicen: ‘Es que si me pongo reglas y me ato, no puedo hacer negocios’?
DS: Son estos dilemas éticos los que claramente se viven en ciertas industrias. A mí me parece que lo que se tiene que hacer es que, institucionalmente, hay que cambiar esos entornos que promuevan esos actos. De años atrás, por ejemplo, en el tema de vialidad, era muy prevalente esto, y la política de Bimbo fue muy clara, y pudimos operar sin estar cayendo en estas prácticas.
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Y ya se entendió que con nosotros no iba. Al final de cuentas, las malas prácticas van a ir cediendo, pero sí se necesita que haya una postura y que haya un compromiso. Se está dando el fenómeno de que cada vez son más empresas mexicanas o internacionales con operaciones en México las que siguen una política muy clara al respecto.
E: ¿Hay incertidumbre en el ámbito empresarial por los resultados de las próximas elecciones en México?
DS: Yo creo que debemos tomar el destino en nuestras propias manos, y todos poner la parte que nos corresponde en esta sociedad para que mejore. Tenemos que ser más exigentes como ciudadanos, más exigentes como consumidores, más exigentes como colaboradores o funcionarios en nuestras empresas, y más realistas en lo que tenemos que hacer.
Si queremos que algo pase, es porque tenemos que construir procesos, sistemas, leyes o reglamentos, y sobre todo, instituciones, porque si no se trabaja en eso, las cosas no pasan. No hay que ir con la idea de que esto es algo facilito y de decir “si yo quiero, yo puedo”. Hay que pasar por mucho trabajo durante muchos años, y por un compromiso muy serio de la sociedad.