México puede perder sus posiciones orbitales si no acelera su explotación
La comunicación satelital probó su eficiencia en el sismo del 19 de septiembre, como medio de comunicación de emergencia.
Mowisat, una empresa canadiense de telecomunicaciones satelitales, brindó sus servicios de forma gratuita e ininterrumpida, en una comunicación que funcionó en plena saturación de las redes terrestres.
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“Las redes de cable o fibra dependen de una infraestructura terrestre, y con el internet satelital —al tener satélites por encima de todo el país—, solo necesitas poner antenas donde te quieras comunicar, y energía eléctrica. Para que el servicio no se detenga, tenemos plantas de luz o podemos usar paneles solares”, explicó Eder Pérez, coordinador de proyectos para Mowisat.
Sin embargo, la comunicación satelital no se está explotando lo suficiente, destaca Rolando Guevara, socio del despacho BGBG Abogados.
Ello se debe a dos factores, explica: el primero es que los servicios satelitales son asequibles solo para empresas y gobierno, pues necesitan de infraestructura para recibir las señales, y el segundo componente son los altos costos de operación. “La capacidad está disponible para quien la pueda comprar, y generalmente es a nivel empresarial y gubernamental, pero la operación de servicios depende de los proveedores de telecomunicaciones”, explicó Guevara.
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Según este experto, México debe explotar sus posiciones orbitales como un compromiso ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). De lo contrario, puede perder ese recurso de comunicación.
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Una licitación pendiente
El gobierno tiene pendiente la licitación del nuevo satélite mexicano. El periodo de consulta para las bases ya concluyó, y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) trabaja en el concurso que realizará para una asociación público-privada.
“El gobierno pone la posición orbital y las bandas de frecuencia y una empresa mete dinero para un satélite. Pero recibimos retroalimentación de la industria, que nos dice que hay otros modelos como pudiera ser la venta de capacidad, sin tener que construir un nuevo satélite”, dijo Edgar Olvera, subsecretario de Comunicaciones.
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“En México, la inversión extranjera directa está abierta al 100% en materia de telecomunicaciones, lo que incluye la comunicación vía satélite. Lo importante es que los recursos orbitales que gestiona el país los tiene que pelear a nivel internacional, los tiene que reconocer la UIT, porque se tiene que coordinar con otros países, y si no se explota México puede perder las posiciones orbitales”, destacó Guevara.
Las posiciones orbitales de las que dispone México no se aprovechan en su totalidad debido al fallo en el satélite Centenario , que estalló en mayo de 2015 luego de unas horas de ser puesto en órbita.