La demanda en casas de empeño crecerá hasta 15% por cuesta de enero
De enero a la primera quincena de marzo, las empresas del sector prendario registrarán un incremento de 10 a 15% en la demanda de préstamos, estima Joel Rodríguez Navarro, director general de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Prendarios (Amespre).
“En enero, el aumento en las operaciones de las casas de empeño se da porque la gente recurre a recuperar sus prendas. Es en febrero y hasta la primera quincena de marzo que las personas solicitan préstamos”, explica Rodríguez Navarro. Lo anterior se debe a que ya se les terminaron las reservas de dinero que obtuvieron del aguinaldo, bonos o cajas de ahorro.
Empeñar prendas -desde electrodomésticos y joyas, hasta autos- se ha convertido en una de las maneras de salir avante a principios de año. Según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015, 5.7 millones de personas recurrió a esta vía de financiamiento para obtener recursos entre julio 2014 y julio 2015. El titular de la Amespre calcula que cada año la cifra alcanza 9 millones de pignorantes (personas que empeñan) en el país.
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El sector, compuesto por 6,500 unidades, responde a una demanda promedio de 42,000 millones de pesos anualmente, según datos de la asociación. Y la tasa de interés promedio que cobran (antes de comisiones y seguros) es de 4% mensual. Sin embargo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha señalado que las tasas pueden llegar hasta 11.5% mensual.
Roberto Alor, director general de la casa de empeño Prendamex, afirma que en 2017 la tasa de interés que cobraban las casas de empeño subió dos puntos porcentuales para colocarse entre 5 y 7%. La razón es que el fondeo a través del mercado bursátil y los bancos también les ha aumentado sus costos. De acuerdo con el especialista, el costo de emitir certificados bursátiles es de entre 12 y 13% y los bancos les prestan a 14.25%, eso se ha reflejado en los costos de los préstamos prendarios.
Este año, pese al incremento en el precio de alimentos, energéticos y los seguros que las casas de empeño deben contratar para proteger los bienes, Alor no ve cerca otro aumento en las tasas de interés de los préstamos.
El financiamiento a través de esta vía puede ser más caro incluso que el de un crédito personal o de tarjeta de crédito, sin embargo, tienen ventajas como la rapidez con la que otorgan liquidez a los clientes y el costo final, destaca Rodríguez Navarro. Además, si el cliente decide no pagar, no entrará en un proceso de cobranza judicial ni extrajudicial, ni se le reportará al buró de crédito.
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Empeño, ¿una opción para salir de la cuesta de enero?
Si piensas recurrir a esta forma de financiamiento, considera comparar al menos tres casas de empeño, pregunta por las tasas de interés y las comisiones. Recuerda que te prestarán entre 60 y 75% del valor de tu prenda.
Pedir un préstamo por esta vía resulta accesible si se liquida en el plazo acordado o antes. Por ejemplo, si empeñaste una prenda y te dieron 1,000 pesos con una tasa de interés mensual de 11%, al mes tendrás que pagar 110 pesos. Pero si abonaste 100 pesos a capital para bajar tu deuda, el siguiente mes deberás 900 pesos y sobre ese monto se te cobrarán intereses.
En cambio, si debes en tu tarjeta de crédito y pagas el mínimo, tu deuda va creciendo y sobre esos intereses se le suman más intereses y el monto aumenta. “En una casa de empeño, no. El monto original de lo prestado jamás cambia y no se capitalizan intereses”, dice Rodríguez Navarro.
El plazo promedio de los préstamos prendarios es de cuatro semanas y el monto es de 1,000 pesos, según datos de la asociación. Contrario a lo que se pensaría, afirma el director de Amespre, el público que acude a estos servicios ha cambiado. “Generalmente son personas de los niveles socieconómicos C+ y C-, pero en los últimos años las personas del nivel B+ y B- también acuden”, dijo. Esto se debe a que es población no bancarizada y busca una solución formal, regulada y rápida.
El sector de las casas de empeño esperará su segundo repunte en agosto y septiembre, durante el regreso a clases, coinciden Alor y Rodríguez Navarro. Y está preparado para registrar aumentos “marginales” durante las vacaciones de Semana Santa (abril) y en el periodo de las graduaciones escolares (junio-julio).