BP sí tiene su ‘buena historia’ con la gasolina de Pemex
La última campaña publicitaria de Pemex dice que “Todos tenemos una buena historia con gasolinas Pemex”. Y en un momento en el que muchos franquiciatarios se están pasando a otras marcas y buscan independizarse del suministro de combustibles de la petrolera nacional, el gigante BP destaca que prefiere depender de Pemex.
“En este momento, sin duda, Pemex nos proporciona el producto en línea con lo que acordamos con ellos. Eso no significa que en el mediano y largo plazo no evaluemos otras opciones, pero en el corto plazo la opción optima para suministrar a nuestras estaciones es Pemex”, dice Álvaro Granada, director general de combustibles para BP México.
La empresa cumple su primer aniversario desde que abrió su primera estación en México, y ya suma más de 160 gasolineras que ahora trabajan bajo su marca en 12 estados del país. La compañía tiene la meta de contar con 500 estaciones de servicio para este año , y 1,500 en los próximos cuatro.
El gigante británico se ha concentrado en realizar acuerdos con estaciones de servicio existentes para que dejen la franquicia de Pemex y usen la de BP, por lo que aún depende del suministro de la petrolera nacional. “Hemos traído pocas estaciones nuevas. Alguna ha habido, pero han sido pocas. Tiene que ver más con la factibilidad de los tiempos, porque eso lleva más tiempo, por la construcción”, dice el directivo.
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La compañía británica se siente satisfecha con el abasto de Pemex, por lo que no está entre sus prioridades a corto plazo realizar inversiones para la construcción de infraestructura de almacenamiento o transporte de combustibles, como lo han anunciado otras firmas que entran al mercado. “Cualquiera estos proyectos llevan mucho tiempo de aprobación, de construcción y de puesta en marcha. Nosotros estamos en fase de evaluación. No nos hemos cerrado a ninguna opción”, dice Granada.
Las autoridades calculan que cerca del 20% de las más de 11,000 estaciones de servicio en el país han migrado a una marca distinta a la de Pemex, un proceso que es posible realizar desde 2015, pero que se aceleró el año pasado con la liberación paulatina de los precios de la gasolina.
