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¿Una nueva refinería en México? Pregúntenle a Brasil, Perú y Venezuela

Los últimos proyectos para construir plantas con las que producir combustibles en América Latina se han saldado con retrasos y sobreprecios.
mié 23 mayo 2018 01:16 PM

La construcción de una o dos nuevas refinerías en México, como lo ha propuesto Andrés Manuel López Obrador, no entusiasma a los expertos del sector, que han visto cómo estos proyectos naufragan en otros países de la región.

“En este momento no hay un solo caso exitoso de construir refinerías en América Latina”, sentencia Francisco Monaldi, catedrático de la Universidad de Rice y experto en temas energéticos en la región.

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La construcción en Brasil de las refinerías Abreu y Lima, las más nuevas del sistema de refinación de la petrolera estatal Petrobras, han supuesto retrasos y sobrecostos para la compañía. En abril, propuso vender el 60% de estas plantas, junto a otro paquete de refinerías, a la iniciativa privada. Petrobras cuenta con el 100% de la capacidad de refinación en Brasil, pero con este plan piensa reducirlo hasta el 75%.

“Los brasileños se lanzaron a construir una refinería que ha costado como cuatro o cinco veces más de lo que se tenía previsto. Y tú preguntas a gente en Petrobras y te dirán que eso ha sido un fiasco económico”, considera Monaldi.

Perú también ha tenido problemas con la modernización de la refinería de Talara, con retrasos en su terminación y puesta en marcha por parte de la petrolera estatal Petroperú.

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Alfredo Álvarez, socio de la consultora EY, compara el proyecto con uno que realizó en ese país la petrolera española Repsol. “Perú ha sufrido más sobresaltos, sobre todo en términos de la aprobación del presupuesto, porque se está comparando cuánto costó hacerlo en manos privadas contra lo que se tiene presupuestado en una compañía estatal”, dice.

Colombia también tuvo una historia complicada con su refinería en Cartagena, donde se registraron sobrecostos en su construcción. Sin embargo, en este caso, la inversión ha generado buenos resultados para Ecopetrol, considera Monaldi.

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El caso paradigmático sobre las complicaciones para la construcción de nuevas refinerías es Venezuela, añade este experto, bajo la misma idea de ser autosuficiente en las gasolinas y petroquímicos.

¿Tiene sentido para Pemex?

Pemex es uno de los mayores refinadores del mundo, pero durante el año pasado las importaciones suministraron 70% de los combustibles que se consumieron en el país.

Según los expertos consultados, Pemex debe pensar en invertir en su infraestructura de refinación actual antes de construir nuevas plantas.

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México comparte frontera con el mayor centro de refinación del mundo, el de la Costa Este de Estados Unidos, donde existe una gran capacidad para la producción de gasolinas. “Es más barato producir un barril en Estados Unidos, y ahí van a tener un excedente de gasolinas por los años venideros. Desde el punto de vista económico, es bastante complicado justificar una inversión tan importante como una refinería en México”, dice Ixchel Castro, analista de la consultora especializada WoodMackenzie.

El margen de refinación, que mide la utilidad que gana una firma por cada barril de crudo que transforma, es mucho mayor en Estados Unidos que en Pemex, que en 2016 registró pérdidas en esta actividad, según datos de WoodMackenzie.

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La refinería con mejor margen de refinación de Pemex en ese año fue la de Deer Park, en Estados Unidos, que comparte con la petrolera Shell.

“Veo retador hacer una refinería en México con dinero público o privado, y ambas deberían tener la misma lógica, que es la rentabilidad”, añade Álvarez, de EY.

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La caída en la producción de petrolíferos y gasolinas en el país puede mejorarse invirtiendo en la reconfiguración de las refinerías que ahora no tienen la capacidad para crudos pesados, que son más baratos y que México produce en varias de sus cuencas petroleras, apunta Castro.

La seguridad nacional puede ser una razón para construir una nueva refinería, si es que se piensa que las relaciones con Estados Unidos se van a tensar más y que el suministro de gasolinas se puede ver afectado a través de aranceles o cortes, dicen los analistas. Pero esta opción, opinan, es poco probable.

“Los refinadores estadounidenses son poderosos en la coalición Republicana, y a ellos no les conviene que Estados Unidos use de herramienta para negociar con México el tema de los refinados”, dice Monaldi.

Pemex es uno de los mayores 20 refinadores a nivel mundial por su capacidad total, aunque su subsidiaria Pemex Transformación Industrial registró pérdidas operacionales de 70,231 millones de pesos durante 2017.

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