El negocio de los tiempos compartidos se reinventa en México
México es el segundo país que más factura en tiempos compartidos a escala global, sólo después de Estados Unidos. El año pasado, el país registró ventas por 4,570 millones de dólares, lo que significó un crecimiento de 8% respecto al año anterior, según datos de la firma RCI.
Este aumento del segmento turístico se apoyó en la transformación que el sector ha vivido en los últimos años. Anteriormente, tener un tiempo compartido en un destino de playa en México significaba poseer el derecho a pasar en una propiedad un par de semanas al año, ya definidas de antemano. Sin embargo, ese modelo se prestó para que algunos desarrolladores cometieran abusos con los socios, lo que derivó en una pérdida de prestigio, explicó John McCarthy, socio fundador de la consultora Leisure Partners.
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Por ello, con el tiempo nació un modelo más flexible, que se pudiera adaptar a las necesidades de los socios y que a la vez hiciera sinergias con los hoteles de los desarrolladores.
Los primeros cambios que vio el segmento de tiempo compartido fue dejar de lado la semana fija, para que los socios pudieran usar su propiedad en cualquier momento. Después comenzó a aplicarse un sistema de puntos, por el que el socio acumulaba puntos por cada estancia, que luego podía cambiar en cualquier momento del año por más tiempo en la propiedad, explicó Juan Ignacio Rodríguez, vicepresidente de RCI.
Finalmente, los grupos hoteleros implementaron estos esquemas en sus clubes vacacionales, permitiendo, por ejemplo, que sus socios usaran los puntos en cualquiera de sus propiedades. Con esto, empresas AM Resorts y Grupo Posadas aunaron en sus portafolios propiedades vacacionales y hoteles, que les generan ingresos y ayudan a amortiguar los altibajos del sector.
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En los últimos cinco años, la industria de propiedades vacacionales, como se llama ahora a los tiempos compartidos, ha crecido a una tasa promedio de 5% anual. “Esto te da la dimensión de que, más allá de los baches político-sociales y de lo que pase en el entorno internacional, los tiempos compartidos siguen siendo un pilar del turismo en México”, dijo Rodríguez.
Cerca del 86% de las ventas del sector provienen de viajeros de Estados Unidos y Canadá, y los principales destinos son Cancún y Riviera Maya, con el 58% de la oferta, seguido por la zona de Cabos, Puerto Vallarta y Riviera Nayarit.
Para que las plazas sostengan el buen desempeño, los desarrolladores han optado por incluir en sus propiedades amenidades y diferentes esquemas similares a los hoteles. Es decir, hay una oferta de alimentos y bebidas más amplia, paquetes 'Todo Incluido' y canchas deportivas y spas, agregó el vicepresidente de RCI.
“Como el tiempo compartido está íntimamente ligado a la hotelería, ha crecido en varios factores: ha mejorado la calidad propia de las unidades y ha crecido los servicios que ofrece al turista”, mencionó.