Ford restaurará la ruina más famosa de Detroit
Si alguna vez has visitado Detroit probablemente hayas visto la estación Michigan Central Station. Y probablemente también te has preguntado por qué nadie la ha derrumbado.
El edificio de 18 pisos, visible desde varios kilómetros, ha estado abandonado por décadas y, literalmente, es solo un caparazón de su antiguo ser.
Ahora Ford ha adquirido el edificio en ruinas y este martes anunciará sus planes para convertirlo en parte de un importante centro tecnológico.
"Recuerdo la estación de trenes cuando era vibrante, y era un lugar increíble”, dijo el presidente de Ford, Bill Ford, en una entrevista con Poppy Harlow de CNN.
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Construida en 1913, la estación Michigan Central Station fue alguna vez un símbolo de la importancia de Detroit como el centro de la industria estadounidense.
Diseñado por las mismas firmas detrás de la Grand Central Terminal de la ciudad de Nueva York, el edificio de Detroit incluía una terminal de trenes y un bloque de oficinas rectangular. Cuando se inauguró, era la estación de trenes más alta del mundo.
En un punto, miles de personas pasaban diariamente a través de sus enormes puertas de bronce. Los visitantes caminaban sobre pisos de mármol, bajo un techo arqueado a 20 metros de altura. La luz entraba por las ventanas altas o emanaba de los candelabros.
Ahora, cuando los fotógrafos quieren mostrar el declive de la ciudad de Detroit, con frecuencia apuntan sus cámaras hacia la hueca estación.
"Es como tener un cuchillo clavado en el corazón”, dijo Ford sobre las imágenes.
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Los adornos se han ido del techo y la pintura se desvaneció desde hace tiempo. No ha tenido ventanas por mucho tiempo, permitiendo que el viento, lluvia, animales salvajes y, sin mencionar a los vándalos, corran libres por el edificio. Al menos, las ventanas fueron reemplazadas hace algunos años.
Ahora, el edificio será restaurado completamente y su primer piso será inaugurado, dijo Ford. Tendrá restaurantes, tiendas, bares y cafés, con oficinas en los pisos superiores.
"Incluso ahora, en su estado decaído, al caminar a través de él, su grandeza es inconfundible. Así que vamos a restaurarlo todo. Hacer que todo eso esté abierto al público”, dijo sobre el primer piso.
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La torre de oficinas también volverá a abrir, y estará disponible para que las empresas renten espacios en lo que Ford espera se convierta en un vecindario revitalizado en una ciudad que está tratando de recuperarse de la bancarrota municipal en que entró hace cinco años.
La estación de tren se encuentra en el vecindario histórico Corktown de Detroit. El vecindario fue llamado en honor al condado Cork de Irlanda, hogar ancestral de muchos de los primeros residentes del área que emigraron durante la Hambruna de la papa de Irlanda en la década de 1840. El padre de Henry Ford, fundador de Ford, era del Condado Cork y emigró a Estados Unidos en 1847.
Bill Ford, el bisnieto de Henry Ford dijo sentir una conexión especial con el vecindario. La empresa automovilística comenzó en Detroit en 1903, pero mudó su sede a la ciudad natal de Henry Ford Dearborn, Michigan.
nullFord había anunciado previamente que ubicaría sus equipos de vehículos autónomos y eléctricos en una gran fábrica de Corktown.
Ese edificio, que en algún momento fue una planta de costura, ahora será el hogar de ingenieros, diseñadores y desarrolladores de software que trabajen en productos futuros.
La empresa adquirirá otros edificios y terrenos, y finalmente ocupará 11.1 hectáreas de terreno en el vecindario, según mencionó la compañía. Cerca de 2,500 empleados trabajarán ahí en 2022, con espacio para ubicar hasta 5000.
Ford Motor Co. tiene la intención de convertir el área en el campus de transporte de alta tecnología de la compañía.
El fabricante automotriz no menciona cuánto gastará en estos edificios. El dinero proviene de fondos ya presupuestados para agregar espacios de trabajo y mejoras.
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No es la primera vez que Ford Motor Co. ha invertido fuertemente en Detroit. Hace más de 40 años dirigió y financió mayoritariamente la construcción del Renaissance Center, uno de los edificios más prominentes en el paisaje urbano de Detroit.
El edificio fue pensado como parte del renacimiento de una ciudad en dificultades cuando se inauguró en 1977. Ahora es la sede global de su rival General Motors.
