El sexenio del sector agroalimentario, un periodo marcado por Trump y el TLCAN

El sector agroalimentario, uno de los más importantes para la economía mexicana, vivió en el sexenio que ahora termina momentos de incertidumbre que hicieron ‘sudar frío’ a agricultores, empresarios y al gobierno, debido a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero logró aumentar las exportaciones en el periodo.

En los últimos seis años, el país vendió grandes cantidades de productos agroalimentarios en el extranjero, como la cerveza, el tequila, el mezcal, el aguacate, los frutos rojos y la carne. Gran parte, el 8% del total, se destinó a Estados Unidos, seguido por países como Japón y Canadá.

Según el sexto informe de Gobierno, el sector agropecuario y pesquero mantuvo un crecimiento mayor al de la economía nacional durante el sexenio, colocando al país como el onceavo productor a nivel mundial en alimentos agropecuarios y pesqueros, con un crecimiento de 12% en volumen respecto a 2012.

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Sin embargo, la mayoría de estos momentos de victoria se vieron opacados por la renegociación del TLCAN, que puso en riesgo el comercio bilateral entre México y Estados Unidos en este sector, ante las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles a algunos productos.

Entonces, muchos empresarios del sector empezaron a mirar a otros países para diversificar sus mercados para reducir su dependencia del vecino del norte. Por ejemplo, varias empresas mexicanas que se dedicaban a importar maíz amarillo de Estados Unidos comenzaron a hacerlo de Brasil y Argentina.

Por ello, en 2017 se importaron más de 583,000 toneladas métricas de maíz brasileño, un alza del 970% respecto al año anterior, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de México.

Otro sector que se vio amenazado fue el de la carne, que comenzó a estrechar sus negociaciones con China y a buscar una reapertura con Rusia, así como crecer las exportaciones a Asia e incluso África.

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Y la situación se agravó cuando Estados Unidos aplicó aranceles al acero mexicano, y México replicó con impuestos a productos agrícolas estadounidenses.

Sin embargo, al final, representantes del sector agrícola de ambos países cabildearon ante los negociadores del tratado, para destacar la importancia del comercio agroalimentario entre México y Estados Unidos. Ahora, el nuevo tratado, llamado T-MEC, permitirá que los negocios del sector puedan mantener su auge en los próximos tiempos.