¿Qué sigue para la oferta de bonos del NAIM?
El interés del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) para recomprar un tercio de los 6,000 millones de dólares (mdd) de los bonos que sirvieron para financiar el aeropuerto de Texcoco dio un respiro a la actual administración de Andrés Manuel López Obrador, tras la incertidumbre que generó el anuncio de la cancelación de este proyecto.
El precio saltó de mínimos que rondaban los 70 dólares a los 86 y 83 dólares para los bonos a 2026 y 2047, respectivamente, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Ahora, los precios y calificaciones de los bonos estarán atados al éxito de la oferta de recompra de los 1,800 mdd.
Lee Moody's, sobre el NAIM: "El daño ya está hecho"
El reto es grande para el gobierno pues, según la calificadora Moody’s, necesita que la mayoría simple (50% más uno) de los bonistas en cada una de las cuatro series -que suman los 6,000 mdd- acepte las condiciones de la recompra que ofertará el Fideicomiso Mexcat en Nueva York.
Los inversionistas voluntariamente pueden vender su posición en un rango de oferta que oscila entre 90 o 100 dólares por cada 100 dólares. La oferta será a un precio alto que se reduce hasta que algún participante esté dispuesto a pagar el precio definido.
Este precio podría resultar atractivo tomando en cuenta que la cotización actual de estos bonos están por debajo de los 90 dólares, y podría reducirse en un escenario de alza de tasas de referencia del Banco de México, explicó Adrián Garza, analista de Moody’s.
Al hacer esta compra, el gobierno estaría compensando a los inversionistas restantes al reducir el nivel de la deuda. Pero también, el GACM añadió un premio de 50 dólares por cada 1,000 dólares ofertados antes de la fecha límite de entrega, según los detalles del anuncio publicado en PRNewswire.
“El gobierno supongo que determino esta cantidad (de 1,800 dólares) en función de la liquidez que ven disponible y también en función de lo que puede ser atractivo de los inversionistas que se queden”, añadió Adrián Garza, de Moody’s
Al aceptar esta recompra, los bonistas también acceden a que el GACM realice cambios en los contratos de la deuda para eliminar acuerdos, beneficios y restringe que los inversionistas puedan detonar un evento de impago. Esto permite al gobierno mexicano ajustarse a un escenario en donde se cancele el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Además se evita que los denominados 'fondos buitres' aprovechen la oportunidad para comprar los bonos, explicó Alberto Savedra, director general del despacho de abogados Santamarina y Steta.
Uno de los puntos que no cambiaría es que los bonistas tendrán como respaldado la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), que son las cuotas que paga un pasajero por el uso del aeropuerto capitalino. Aunque en lugar de obtener el TUA del flujo generado por el NAIM, sería del actual aeropuerto, algo que las calificadoras estudian pues no serían las mismas proyecciones de pasajeros.
Pero, para Adrián Garza, esto se compensa con la reducción de la deuda, de concretarse la recompra del GACM. Además, existe una fuerte demanda de tráfico de pasajeros en la Ciudad de México, a pesar de las restricciones que enfrenta el actual aeropuerto capitalino, destacó la agencia Fitch Ratings.
De acuerdo con la agencia calificadora, el apalancamiento se reduciría a 9 veces, desde los 12.8 veces, si se logra la recompra bajo los términos actuales.
La recompra tiene como límite el mes de enero, sin embargo en entrevista con Radio Fórmula Arturo Herrera, subsecretario de Hacienda, estimó que podrían cerrar la operación antes del 15 de diciembre.
Un grupo de tenedores de bonos, representados por la firma de abogados Hogan Lovells, rechazaron las condiciones de la propuesta de recompra. La preocupación de los tenedores tiene que ver con la liberación y el retiro de garantías en caso de un incumplimiento de pago, informó la firma de abogados en un comunicado. “El grupo la analizó (la propuesta) y alberga algunas inquietudes por las que no puede apoyar la versión actual de la propuesta”, señaló.