El salto de Chedraui a un mundo más transparente

Grupo Chedraui ha logrado escalar en u año 196 posiciones en el IC500 –hasta el puesto 23, con 84.3 puntos sobre 100– sin necesidad de sumar nuevos recursos materiales y humanos. Su estrategia tuvo dos ejes: homologar y formalizar las medidas anticorrupción que ya tenía, e involucrar a los socios y proveedores para que cumplieran sus lineamientos.

Las políticas de compliance de la cadena de tiendas de autoservicio –que cualquier persona puede consultar desde la página web de la empresa– se derivaron de la labor del área de Auditoría por integrar, de manera formal, las normas que ya tenía en la materia, pero que era necesario transparentar y estructurar un poco más. La necesidad se hizo más evidente a partir de 2012, cuando en el sector retail estalló el caso de los sobornos de Walmart en la región de Teotihuacán, destaca Carlos Hermosillo, director de Análisis Fundamental de Actinver.

Desde entonces, varias firmas de la industria impulsaron la transparencia de sus prácticas anticorrupción, pero Chedraui tardó varios años en finalizar el proceso.

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Mario Barojas, subdirector de Auditoría de Grupo Chedraui, recuerda que el departamento de Auditoría ya había emitido el año pasado normas relativas a sobornos, pago de dádivas y otros beneficios indebidos que se pueden generar en una negociación. Pero faltaba darle forma a varios de los lineamientos, una necesidad que se hizo evidente a partir de la publicación por Expansión del primer IC500, que ubicaba a la empresa en la posición 219, con 43.1 puntos sobre 100.

“Cuando revisamos los resultados, vimos que algunos rubros, como el sistema de denuncias, ya lo traíamos operando pero no lo teníamos público. El IC500 fue uno de los factores que incidió en que se publicara poco después”. Esta mayor transparencia de la línea de denuncias derivó en una mayor confianza entre los colaboradores para reportar situaciones fuera del código de conducta, agrega Barojas. Además, Chedraui le dio mayor fuerza a los órganos de supervisión del grupo, comenzó una vigilancia de la política anticorrupción desde el Comité de Auditoría y creó un Comité de Ética.

Sobre el papel

Actualmente, los lineamientos anticorrupción de Grupo Chedraui se dividen en dos segmentos: los generales hablan de los principios de la empresa, del alcance de las políticas de ética, de los órganos responsables de la integridad de la compañía, de la corresponsabilidad de terceros, y de la estrategia de capacitación. El segundo segmento, el de lineamientos anticorrupción, habla sobre los sobornos, beneficios indebidos, pagos de facilitación y buenas prácticas en trámites.

Para impulsar la implementación de estas normas, la compañía tiene un programa de entrenamiento para que todos los colaboradores, desde el momento de su contratación, conozcan y firmen las políticas anticorrupción. Gracias a este programa, los últimos datos de Grupo Chedraui arrojan que aproximadamente 93% de sus colaboradores conoce estos lineamientos.

Involucrando a los socios

Hermosillo, de Actinver, señala que, aunque a los inversionistas les preocupa más el desempeño en ventas de una empresa, el tema de políticas anticorrupción no es un asunto menor, pues si la reputación de una compañía sufre daños, al final, el negocio también se ve afectado.

Por ello, es fundamental desarrollar una dirección dentro de la empresa que supervise los procedimientos anticorrupción, sobre todo, en áreas donde existe el riesgo de una desviación de recursos, concretamente, en lo relativo a los proveedores externos. En este sentido, Barojas destaca que, una vez que se tuvo una política anticorrupción formalizada, el área de Auditoría decidió que el siguiente paso era hacerla pública para permitir a los proveedores conocer, de primera mano, los lineamientos y los valores a los que el grupo se apega.

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Sin embargo, procurar que todas las partes se comprometan a cumplir estos principios es difícil, por lo cual Barojas y su equipo optaron por una estrategia de acercamiento directo con los proveedores, un proceso que, actualmente, se encuentra en una fase inicial. El directivo señala que la retroalimentación de los socios está siendo positiva.

“A pesar de que en las relaciones comerciales hay fricciones e inconformidades, a veces, la mayoría lo ha tomado de forma proactiva”, dice. Hasta el momento, la aplicación de estas políticas ha brindado más certeza y transparencia en las relaciones con colaboradores y proveedores, añade el directivo. “En el pasado se mencionaban estos temas, pero no se especificaba cuál era la forma de actuar o de proceder en ciertas situaciones. Esta política vino a darle esa claridad al actuar de los colaboradores, y eso se está reflejando en un mayor compromiso de la gente”.

Ahora, la compañía ve las prácticas anticorrupción como un proceso de concienciación y capacitación permanente. “No podemos bajar la guardia, porque todo el tiempo hay que estar reforzando”. Para ello, la estrategia del grupo se enfocará en desarrollar esquemas de entrenamiento más efectivos, incluso de la mano de recursos tecnológicos. “Hay cursos en línea que estamos tratando de elaborar para que todos los colaboradores, de forma periódica, se estén actualizando en temas de anticorrupción. Falta asegurar algunos temas de difusión al interior”, señala Barojas.