"El año pasado en julio ya teníamos 80% de reservaciones en hoteles y hoy hay algunos que no han llegado a la cifra. Y para recuperar ese mercado que no ha reservado, las tarifas han disminuido", comenta. Y esto pese a que los hoteleros nunca han dejado de "hacer su tarea" para mitigar los efectos del problema, ya que ellos mismos se encargan de limpiar el sargazo de las playas.
De acuerdo a los datos de Sedetur, la ocupación hotelera en Cancún y Puerto Morelos cayó 2.8% del 1 al 22 de mayo, en comparación con el mismo periodo de 2018. En la Riviera Maya la caída fue de 2.3%, mientras que destinos como Cozumel, Isla Mujeres y Chetumal, donde el efecto del sargazo es menor, registraron un incremento de 3.3%, 2.3% y 20.2%, respectivamente.
Según estimaciones de la plataforma de viajes Viajala.com.mx, durante el Hot Sale, los días de descuentos en e-commerce que se celebró la semana pasada, Cancún fue el destino más buscado. Además, se registró una baja de 18% en las tarifas hoteleras de Quintana Roo con relación a la semana anterior, mientras que en el promedio de primer trimestre fue de 15%.
De acuerdo con Sandra Beltrán, analista de Moody's, los grandes grupos hoteleros o aquellos con diferentes socios comerciales no sufrirán tanto, pero "las empresas más pequeñas y menos diversificadas sí podrían ver una afectación en su ocupación y un impacto más fuerte en cuanto a reducción de tarifas para hacer frente a esa caída".
Un problema más grave
Sin embargo, Cintrón afirma que la llegada del sargazo solo es uno de los problemas que aquejan a Quintana Roo, ya que los temas que más afectan la llegada de turistas son la percepción de la inseguridad, la falta de promoción turística y la competencia, que señala como desleal, que representan plataformas de reservaciones alternativas como Airbnb.