El presidente Donald Trump se convirtió en el primer mandatario estadounidense en pisar suelo norcoreano, luego de que se reuniera con Kim Jong Un, mandatario de Corea del Norte, lo que además reaviva la esperanza de retomar el diálogo sobre el programa nuclear del país asiático, estancado desde febrero.
Los mandatarios se reunieron en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que separa las dos Coreas desde el final de la guerra de Corea (1950-1953). Trump cruzó la línea de demarcación que materializa la frontera y dio varios pasos en territorio norcoreano, antes de dar media vuelta.
Tras concluir su encuentro con Kim, Trump dijo “en las próximas dos o tres semanas van a empezar a trabajar los equipos”, y que al frente de la delegación estadounidense van a estar el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Biegun.
Las conversaciones entre ambos países en materia nuclear estaban atascadas desde el desencuentro que tuvieron ambos líderes con respecto al modelo para desnuclearizar Corea del Norte durante la cumbre de febrero celebrada en Hanói.
En la capital vietnamita, Corea del Norte abogó por una desnuclearización gradual acompañada del progresivo levantamiento de sanciones, una oferta que Washington consideró inaceptable, que sostiene que no relajará sanción alguna mientras el régimen no elimine sus programas nuclear, de misiles y de armas químicas y biológicas.
Desde entonces, Corea del Norte había endurecido el tono, reclamando a Estados Unidos orientar a la mesa de discusión con una postura más flexible, e incluso realizó dos pruebas de misiles.
Kim Jong-Un ya cruzó la frontera hacia el Sur el año pasado para su primera cumbre en la DMZ con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Con información de Reuters y AFP