Pinche Gringo BBQ, más que una batalla por el nombre

El primer obstáculo fue el nombre. El emprendedor trabajó en México tres años como parte de Apple. Sus compañeros y amigos lo llamaban “pinche gringo” lo que para él se convirtió en una frase fraternal y de amistad, más que una palabra altisonante. Y de ahí nació el nombre de su restaurante: Pinche Gringo BBQ. Pero el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) no le permitió registrar el nombre, ya que la palabra pinche incurría en alterar el orden público, la moral y las buenas costumbres.

La batalla por el nombre sigue y para ganarla, Defossey y Luna aludieron no solo al concepto propio de pinche como ayudante de cocina, sino al sentido fraternal que tiene para el restaurante y su concepto. “Además no tengo experiencia en la cocina, soy un pinche”, dice el estadounidense.

El negocio nació luego de que los socios visitaron Austin, Texas, y conocieran las parrillas de barbacoa donde además, muchos mexicanos trabajaban. Trajeron un remolque y se instalaron en un viejo terreno baldío en la colonia Narvarte, para luego rentar un terreno en la colonia Anáhuac, sus dos únicos locales por ahora y sin planes de crecimiento, dice el empresario.

El concepto creado en Lago Iseo por ahora es difícil de replicar, y Defossey no ve una expansión en el futuro cercano, por el contrario, busca continuar con el desarrollo de los 3,500 metros cuadrados de su local, en que planea mantener la esencia del restaurante del sur de california y crear un espacio de espectáculos, bares y todo tipo de experiencias estadounidenses.

“Los mexicanos tienen una percepción de que los americanos son comida congelada, que la cultura es sencilla y que no tenemos cultura, que todo es procesado. Pero el BBQ es una comida con una profunda historia, similar al mole en México", dice Defossey. "Además, tenemos un lugar para promover la cultura americana en México, esa es una de las estrategias de Pinche Gringo BBQ, compartir la cultura auténtica americana y que nuestros alimentos sean totalmente gringos, no tortillas, aguas de horchata, ni nada”.

El espacio de Lago Iseo ahora tiene un restaurante en la planta baja, pero también un bar en que la experiencia está enfocada en hacer del bartender la figura central, en que la gente llegue a sentarse a la barra y hablar entre desconocidos. Cuenta con un espacio para espectáculos donde hay comediantes estadounidenses y shows de drag queens.

“En México no hay lugares para hablar en inglés y conocer la cultura estadounidense. Mi intención es crear un espacio para que los 750,000 americanos que viven en México tengan un lugar para celebrar auténticamente su cultura, con shows, contenido, un bar estilo americano y crear un ambiente divertido para los clientes. Esto no se puede replicar hoy”, menciona Defossey.

El empresario no ve posible replicar el concepto en el corto plazo, pese a que el concepto ha llamado la atención de otros empresarios del sector restaurantero y ha tenido propuestas. “Aprendí mucho de mi héroe, Steve Jobs. Uno de sus principios era enfocarse en pocas cosas para asegurarse de que fuera lo mejor de lo mejor”, principio que sigue con su proyecto.

Una vez registrada la marca Pinche Gringo, Defossey ve como siguiente paso explotar el nombre y lanzar otros productos. El primero que tiene en puerta es el Pinche Mezcal, pero hay otros en camino, dice, sin adelantar más.