El gobierno de la Ciudad de México no da marcha atrás, a partir de enero del próximo año entrará en vigor la prohibición de la producción y la comercialización de las bolsas de plástico en la capital, lo que ha provocado una serie de inconformidades entre los actores de la industria mexicana de plástico, ya que advierten que no hay reglas claras y su participación no fue requerida para la elaboración de esta ley. Además de que continuará impactando negativamente en la industria.
La industria del plástico exige reglas claras a la CDMX en prohibición de bolsas
“He tenido acercamientos con la Sedema para tratar de entender qué es lo que quiere, porque para que nosotros estemos preparados necesitamos conocer qué es lo que se va a permitir y lo que no en el reglamento, de otra manera no estaremos preparados. El reglamento no esta establecido”, comenta Álvaro Hernández, presidente de los Industriales de Bolsas Plásticas de México (Inboblast).
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De acuerdo con José del Cueto, presidente de la Sección de Fabricantes de Bolsas de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), hubo una iniciativa que presentaron en la Asamblea General con algunos conceptos y, cuando se publicó el dictamen, lo cambiaron completamente, solo copiaron la regulación de plásticos de un solo uso de la Unión Europea y dieron seis meses para adaptarse y la aplicación. El presidente comenta que tampoco especifican si las bolsas de plástico ‘tipo camiseta’ (las que dan en el supermercado) son las que van a prohibir.
La Ciudad de México –en donde habitan aproximadamente 13 millones de personas— representa 5% del consumo de la producción total de plásticos que genera la industria al año, cerca de 7 millones de toneladas. Lo anterior provocaría más pérdidas para una industria que ha venido disminuyendo sus ventas y su producción, sobre todo porque la fabricación de bolsas y películas de plástico flexible es el segundo segmento con más empresas instaladas en la CDMX.
“Nos preocupa mucho que no haya una autoridad incluyente, es muy difícil para la industria del plástico, que en el país representa de 30,000 millones de dólares. Hoy en día tenemos más de 180 iniciativas en el país en contra de los plásticos y en 2018 estamos cerrando en números negativos, que provoca que tengamos una industria contraída en la que han tenido que cerrar 50 empresas o que trabajan al 30 o 40% de su capacidad”, señala Aldimir Torres Arenas, presiente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac).
México genera más de 44 millones de toneladas de residuos y se espera que este número alcance 65 millones para el año 2030, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat). Por lo que gobiernos estatales y el de la CDMX han decidido prohibir o regular el uso de plásticos, que son los que han sido señalados en los últimos años.
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Hoy ya existe una veintena de entidades con diferentes tipos de regulaciones para la distribución de popotes y bolsas de plástico, como Jalisco, Baja California, Chihuahua, Sonora, Durango, Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Jalisco, Ciudad de México y Nuevo León, según datos de la organización Greenpeace.
Sin embargo, los representantes de la industria de plástico no consideran suficiente esta prohibición ya que no están pensando en una economía circular o soluciones integrales para combatir este problema.
“En México se tiran 1.52 kg de basura por persona, por encima de Argentina, República Dominicana, Chile y Brasil, pero no tenemos una ley de residuos a nivel nacional y el problema es que llegas a tu casa, aunque la separas, se junta todo y el gobierno se respalda en el servicio de basura, que apenas representa 11% del total. Entidades que han adoptado estas prohibiciones como en San Luis Potosí o Nuevo León no han mostrado una mejora que demuestren menores niveles de contaminación”, señala Torres Arenas.
Problemas de acopio
El crecimiento de los plásticos en los últimos 30 años ha sido exponencial, de acuerdo con los especialistas consultados el problema es que los sistemas de gestión de residuos sólidos no han crecido al mismo ritmo que consumo de plásticos.
De acuerdo con el documento de la Semarnat, existen desigualdad en la cobertura del servicio de recolección y disposición a nivel nacional, las localidades con población mayor a 10,000 habitantes gozan de una cobertura de servicios de 80% en promedio, y localidades menores a 10,000 habitantes, tienen una cobertura de sólo 23% de servicios.
Por otra parte, en el país hay 143 municipios que no cuentan con servicio alguno. En este sentido, la región sur, integrada por Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que es donde hay más municipios y que tienen mayor cantidad de localidades menores a 10,000 habitantes, es la región que tiene la menor cobertura, con 69%.
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¿Qué soluciones existen?
La industria está abierta al dialogo y pide que se les incluya en estas legislaciones y proponen migrar a una economía circular, ya que el problema no es la prohibición, argumenta.
“El ejemplo que pongo: la tortuga con el popote en la nariz. ¿De quién es la responsabilidad, de la gente que lo tiró en la calle o de un mal sistema de residuos o la persona que lo fabrica? Los tres tenemos que colaborar subordinadamente”, agrega Aldimir Torres, de Anipac.
Por su parte, la industria mexicana de plásticos ya tiene cadenas de reciclaje. Al año recicla cerca de un millón de toneladas. Por ejemplo en Arandas, Jalisco, Inboplast presume de reciclar entre 5,000 y 6,000 toneladas mensuales. También tiene plantas de reciclaje en Guadalajara, León y Ciudad de México.
“Aquí en México la alternativa que dan es que sean materiales compostables, lo cual creemos que es una alternativa, pero que no debería de ser la única. El problema de estos compostables es que este material no existe en el país y hay que importarlo. Además, la composta tiene algunos problemas, porque no se identifican inmediatamente, y si no se implementa correctamente vamos a ver productos patitos que pueden decir que son compostables y no es fácil detectarlos”, señala del Cueto.
El precio de estos plásticos puede elevarse de 1 peso a 1.40 cuando una bolsa tradicional cuesta 14 centavos. “Que cuesten ocho veces más y que acaben en la basura nos parece un error, puede ser alternativa en ciertas circunstancias y casos pero creemos que lo ideal sería una bolsa de acarreo que pudiera ser reutilizable”, añade.
Organismos empresariales como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), la asociación ambiental sin fines de lucro Ecoce, la Industria Mexicana de Bebidas (Anprac), el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), la Anipac, la Asociación Nacional de la Industria Química (Aniq) e Inboplast firmaron el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México en el Senado para impulsar una economía circular.
Este acuerdo tiene como compromiso lograr las siguientes metas para 2025: tener una tasa de acopio del 70% del PET, lograr una tasa de acopio de 30% en promedio de todos los plásticos, que los nuevos plásticos a producir tengan un 20% de material reciclado
Las siguientes metas para 2030 es que todos los empaques y envases reutilizables, reciclables compostables o aprovechables al 100%, una tasa de acopio de PET del 80%, 45% en promedio de todos los plásticos y que los nuevos plásticos tengan un 30% de contenido reciclado.