Varios contratistas estadounidenses, incluidos Chevron poseen licencias temporales para operar en Venezuela. No está claro qué pasaría con esas licencias si el gobierno de Maduro siguiera adelante con esta propuesta.
Si bien Guaidó y la oposición están a favor de aumentar la participación extranjera y la inversión en Venezuela, no quieren hacer nada que pudiera ayudar a Maduro a permanecer en el poder. Lo están presionando para que renuncie y permita nuevas elecciones presidenciales.
La petrolera venezolana está solicitando a las compañías nuevas inversiones. Si la propuesta sigue adelante, desean que se les pague con el flujo operativo, dijeron dos personas con conocimiento del tema. Las conversaciones han planteado la posibilidad de convertir en capital parte de la deuda de Petróleos Venezolanos con las empresas, dijeron las personas.
Las petroleras involucradas no respondieron a los cuestionamientos o declinaron hacer comentarios al respecto.
La joya de la corona
Durante mucho tiempo, el petróleo de Venezuela se ha considerado la joya de la corona del país y un recurso tan valioso que la constitución establece restricciones estrictas a la participación extranjera en la industria. Sin embargo, la crisis del país, la caída de los precios del petróleo, la corrupción y la presión extranjera, ha provocado que Maduro doblegue muchos principios socialistas recientemente.
Discretamente, Maduro terminó con los controles de divisas e importaciones, lo que permite el crecimiento de una economía de mercado dolarizada y restringida. En una iniciativa aparte, también se comprometió en conversaciones secretas con los tenedores de unos 60,000 millones de dólares en bonos, algunos de ellos estadounidenses, al ofrecer asociarlos con una compañía de perforación extranjera a la que se les otorgarían los derechos de los campos petroleros como un medio para recuperar su deuda, según personas familiarizadas con el asunto.