Mantenerse a la vanguardia en la carrera de la electrificación en la industria automotriz es todo un reto, pero las marcas premium apuestan a ello de manera agresiva, aprovechando no sólo el poder adquisitivo del nicho que atienden, sino también la conciencia ambiental que prevalece en cada vez más segmentos, por lo cual tener una oferta cero emisiones se ha convertido en un mandato que, en México, no pasa desapercibido.
La invasión eléctrica de los autos de lujo
Las metas para tener un portafolio diversificado son cada vez más ambiciosas. La automotriz alemana BMW, por ejemplo, pretende tener en el mercado 25 modelos alternativos disponibles en 2025 (12 eléctricos y 13 híbridos), mientras que, en el mismo año, Porsche estima que más de 50% de los vehículos entregados en el mundo serán eléctricos o de tecnología híbrida conectable.
Pero ¿qué motiva a las marcas a introducir más vehículos alternativos a un mercado en crisis como el mexicano? La respuesta está en los números: de 2016 a 2018, la venta de vehículos eléctricos, híbridos enchufables e híbridos aumentó en 115%, siendo los híbridos los más demandados. En pocas palabras, hay un mercado ávido por estos autos. De hecho, BMW ya logró que 10% de sus autos vendidos en el país sean de este segmento.
Para Alberto Torrijos, socio líder del segmento automotriz de Deloitte, las marcas ven una gran oportunidad en un nuevo consumidor con una mentalidad más sustentable, preocupado por poner su grano de arena, y adquisitivamente capaz de actuar mediante la compra de un auto de esta categoría.
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“Aunque todavía es aspiracional ese tema, las armadoras están entendiendo la tendencia hacia ese segmento. No es un gran volumen, pero a mediano y a largo plazo lo que entienden las armadoras es el poder de satisfacer no sólo el mercado local mexicano, sino también poner manufactura de vehículos que tengan, además, una expectativa de exportación”, comenta el especialista de Deloitte.
Se ponen creativos
Estimular a los consumidores a comprar un auto eléctrico no es tarea fácil y menos si hace falta la infraestructura para su óptimo uso. Por ello, algunas marcas como Nissan y BMW se han aliado para levantar corredores estratégicos para cargar los vehículos –entre la Ciudad de México y San Luis Potosí, en este caso–. Sin embargo, estas acciones se quedan aún cortas para atender un hipotético mercado masivo de autos eléctricos circulando entre las ciudades.
El reto ante sí no desanima a las marcas y, por el contrario, las lleva a ponerse creativas, como es el caso de la automotriz británica Jaguar Land Rover, que al dotar a sus consumidores de la infraestructura necesaria para cargar su vehículo en casa, ha encontrado una manera de mantener satisfechos a sus clientes mitigando la falta de estaciones de carga eléctrica.
“En ningún caso el usuario de un auto eléctrico, con un vehículo de alta gama, querrá estar parado hasta 50 minutos cada 300 o 400 kilómetros para cargar su carro”, explica Raúl Peñafiel, CEO de Jaguar Land Rover, quien considera que si bien los corredores de estaciones eléctricas son un gran esfuerzo, es un primer paso del que no se puede avanzar sin un mercado de ‘electrolineras’.
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“Lo realmente necesario es que la electricidad se pueda cobrar en la calle, que haya empresas que, así como hay suministro de gasolina, se dediquen al suministro de electricidad”, enfatiza el directivo.
Porsche da un paso en ese sentido y busca conformar una red de carga a través de sus concesionarios en México, aprovechando la carga rápida de modelos como Taycan, que recupera hasta 80% de su capacidad en apenas 20 minutos, según explicó Detlev von Platen, responsable de Ventas y Marketing de la compañía en el marco del Auto Show de Los Ángeles. Sin embargo, la capacidad de cargar en casa sigue siendo importante, ya que, en el caso de la marca alemana, 80% de sus usuarios de esta categoría la utiliza.
Para Torrijos, la falta de estaciones de carga es un mal que urge contrarrestar, no sólo en términos de venta de estos autos, sino también para su fabricación.
“Es interesante que marcas como BMW, en San Luis Potosí, y Ford, en Cuautitlán Izcalli, abran la posibilidad de fabricar vehículos eléctricos. Esto será importante, sobre todo, para empezar a satisfacer una demanda que va a crecer a porcentajes de doble o triple dígito en los siguientes tres a cinco años”, prevé el especialista.