México debe aprovechar la fortaleza estructural que representa el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para reactivar su economía lo más pronto posible tras el impacto generado por el Covid-19.
La AmCham pide asegurar la cadena de suministro con Estados Unidos
Para lograrlo se requiere de una estrategia integral que permita a las empresas involucradas continuar con la producción y el suministro de bienes y servicios a los países socios, particularmente a Estados Unidos, destino del 80% de las exportaciones mexicanas, de acuerdo con Ana López Mestre, vicepresidenta y directora general de la American Chamber of Commerce.
Tan solo en el primer bimestre del año, el intercambio comercial entre ambos países fue de 97,621.3 millones de dólares, y con un saldo superavitario para México en 17,158.4 millones de dólares, según datos del departamento de Comercio de Estados Unidos.
“Las dos economías están muy integradas y es importante que las empresas que forman parte de las cadenas de suministro –que no sólo son asociadas a la AmCham– puedan seguir respondiendo a la demanda del mercado estadounidense”, afirmó.
Continuidad estratégica
La vicepresidenta del organismo, que representa a 1,400 empresas estadounidenses en México, insistió en que el Tratado será un elemento adicional que blindará el flujo de la inversión y le dará certeza al comercio en la región de Norteamérica.
El presidente Andrés Manuel López Obrador parece tener la misma lectura. En su conferencia matutina del 15 de abril aseguró que el tratado con Estados Unidos y Canadá pone en ventaja al país para poder superar la inestabilidad económica.
“Nos pone en una situación distinta, porque habrá pronto más demanda en Estados Unidos y nosotros tenemos en nuestra relación comercial un superávit. Por eso es muy importante el tratado, eso nos ayuda, eso no lo tienen otros países”, expuso.
Pero como parte de las medidas para evitar la propagación de la enfermedad, el gobierno federal suspendió las actividades en industrias manufactureras que son relevantes en el intercambio comercial, como la automotriz.
Durante el primer bimestre, el valor de las exportaciones automotrices de México a Estados Unidos fue de 21,000 millones de dólares, y el 50% fue por autopartes, según datos del Departamento de Comercio estadounidense. El monto total representa 36.6% del valor de los envíos en ese periodo.
Al otro lado de la frontera, la fabricación de vehículos forma parte del sector manufacturero considerado como crítico por el Departamento estadounidense de Seguridad Nacional.
De ahí que la Asociación Nacional de Fabricantes (NAM, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos solicitó al presidente López Obrador equiparar las industrias esenciales en el país con los sectores catalogados como críticos en Estados Unidos para evitar interrupciones de la cadena de suministro regional.
Para ayudar a fortalecer la relación de negocio entre las empresas de ambos países, la AmCham tradujo y compartió con empresarios y autoridades en México, los documentos de la Agencia de Seguridad Cibernética e Infraestructura (CISA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en los que se detallan los 16 rubros considerados como actividades esenciales que continúan operando en Estados Unidos, y los productos y servicios que requieren de sus socios mexicanos.
“Es importante que los proveedores en México conozcan esa información y puedan cubrir esa demanda. Eso contribuye a evitar que se rompa la cadena de suministro”, afirma López Mestre.
Los documentos ya fueron turnados a empresas dentro y fuera de la AmCham, autoridades de las Secretarías de Economía, de Salud y de Relaciones Exteriores, así como a la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), con el fin de garantizar la protección de las cadenas de suministro y que efectivamente, las empresas que operan en México tengan la posibilidad de cumplir con los compromisos con otras empresas en Estado Unidos.
A favor de las empresas
La vicepresidenta de la AmCham agregó para no perder la capacidad de abastecer a Estados Unidos también es indispensable avanzar en la homologación de procesos y regulaciones contempladas en el nuevo T-MEC y ayudar a las empresas y los productores de México a mantener sus operaciones en estos momentos.
“Lo que se ha puesto sobre la mesa (las medidas emergentes del gobierno) es insuficiente para el gran reto y la presión que van a enfrentar las empresas”, mencionó.
Finalmente, comentó que se requiere un paquete integral que vaya encaminado a facilitar la operación de las empresas que en este momento tienen presión, entre ellos el ajuste de pagos provisionales, sobre todo para pymes y personas físicas con actividad empresarial.