Entre julio y octubre, Volaris abrirá cinco nuevas rutas desde la Ciudad de México a destinos en los que no operaba antes de la pandemia de COVID-19, pero donde considera que hay una nueva área de oportunidad ante el nerviosismo de los viajeros por hacer traslados largos en autobús, un segmento al que busca ganarle mercado.
Volaris busca ganar mercado a los viajes en autobús ante el COVID-19
Holger Blankenstein, vicepresidente ejecutivo y comercial de Volaris, explica que el segmento de pasajeros que visitan amigos y familiares (o VFR, por su sigla en inglés) es el que se recuperará más rápido, por lo que las nuevas rutas desde la capital –a Villahermosa, Ciudad del Carmen, Torreón, Campeche y Tampico– responden a esta previsión, y a un entorno de particulares preocupaciones sanitarias.
“Lo que hemos observado es un vacío de oferta en viajes desde los mercados más grandes de la Ciudad de México, y queremos dar a los clientes la oportunidad de viajar de forma muy segura sin subirse a un camión por horas”, explica el directivo en entrevista.
Aunque Volaris ha buscado arrebatarle mercado a los viajes en autobús desde antes de la pandemia, las condiciones parecen haber cambiado a su favor. Mientras que en enero la aerolínea estimaba que 26% de su oferta sólo competía con el mercado de viajes en autobús, para junio esta proporción se elevó a 41%, de acuerdo con las presentaciones para inversionistas de la compañía.
Entre 40% y 50% de la demanda de vuelos está conformada por el segmento VFR, pero también el mercado de vacacionistas –que concentra 30%– es otro que puede comenzar a repuntar, aunque no a los niveles habituales, refiere el directivo, en tanto que el segmento de negocios es el que se percibe más desafiante.
“Muchas personas ya encontraron cómo funcionan las conferencias en Zoom o Microsoft Teams, y la demanda para viajes de negocios se ha desplomado. La vemos todavía más débil que los otros dos segmentos. Además, la actividad económica todavía está un poco débil; es el segmento que más tardará en volver en esta recuperación”, señala.
A esta dinámica se suma que el viajero de negocio de Volaris tiene un perfil pyme, y no de gobierno o corporativo, agrega Blankenstein.
Por lo pronto, la aerolínea prevé operar 50% del itinerario originalmente planeado en julio con 94 rutas, lo que supone una recuperación tras recortar 80% de la capacidad en abril y 90% en mayo, el punto de mayor caída luego de operar a 30% de la capacidad originalmente planeada en junio, aunque en la región de Centroamérica no hay una fecha de reinicio de operaciones por las restricciones de viaje vigentes.
Nueva flota, en negociaciones
La aerolínea cerrará con siete aviones más en su flota, sumando 89 equipos en total, que son los que los fabricantes ya han construido, pero ante las condiciones del mercado ya se encuentra en negociaciones para la entrega de equipos pendientes.
“Estamos en pláticas con los fabricantes, Airbus, sobre todo, para ver cómo podemos tal vez recalendarizar algunas entregas en 2021. Esto está en discusión todavía”, dice Blankenstein.
La aerolínea tienen un plan de flota que implica la sustitución de equipos A319 y A320 por aeronaves A320neo y A321neo, que cerrarían el año concentrando 36% de la capacidad total de Volaris, y que para 2022 alcanzaría 57%, con 60 equipos en operación.
Ante estas proyecciones de crecimiento, el directivo señaló que hay un margen de flexibilidad para modificar la flota operativa debido a que los aviones son arrendados, por lo que si la demanda aumentará podrían buscar aviones disponibles con los arrendadores. “Ha habido ajustes ligeros al plan de crecimiento, pero sin cancelar pedidos”.