Las ventas a mismas tiendas de Liverpool durante el segundo trimestre bajaron 59.3%, mientras que las de Suburbia lo hicieron 91.2%, debido a su dependencia de la venta de ropa -una categoría cuya demanda disminuyó drásticamente en tanto que los consumidores se volcaron al consumo de bienes de primera necesidad, computadoras y equipo de oficina para trabajar en casa-, y a que su aplicación móvil aún se encuentra en desarrollo.
Aunque Liverpool sí logró mantener sus ventas en línea, las cuales crecieron cinco veces en el periodo comparado con el mismo de 2019, no alcanzaron para compensar las pérdidas en sus tiendas, con lo que cerró el segundo semestre con una caída de 132% en su Ebitda (flujo operativo), equivalente a una pérdida de 1,838.5 millones de pesos.
En el reporte enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, Liverpool señaló que, ante el incremento de 6.8 veces en sus clientes digitales, encontró varios retos logísticos en el camino. “El 100% de las ventas se convirtieron en entrega a domicilio ante el cierre de los módulos de Click & Collect. Adicionalmente, la plantilla logística se vio reducida por temas relacionados con el COVID-19”, explica la empresa.
Para poder dar abasto a todas las entregas a domicilio registradas durante el periodo,que incrementaron 400% respecto al segundo trimestre de 2019, la empresa tuvo que contratar servicios de mensajería externa, que realizaron el 87% de los envíos en el periodo. Pese a los retos, Liverpool asegura que el 90% de las entregas se realizaron antes o en la fecha prometida.
Además, la compañía tuvo que diseñar sobre la marcha diversas estrategias de contacto, asistencia y pago -como eWallet, recomendador de tallas y express checkout- para que sus clientes pudieran agilizar la elección y pago de los productos desde su sitio web o su aplicación, que triplicó el número de usuarios activos y se convirtió en el principal canal de venta durante el periodo.