Lo que sí parece tener claro la mayor parte de la población es que, después de catástrofes o crisis de diversa índole, surge una nueva realidad. Una oportunidad para modificar y optimizar. El papel de las empresas influye en la construcción de esta nueva normalidad y sus líderes ya están preparándose para ello.
Lo esencial es entender que la pandemia provocada por el virus no ha terminado. Aun cuando la curva de contagios comience a disminuir, mientras no exista una vacuna, lo único que se hace es comprar tiempo para entender el manejo de la infección en las sociedades, conseguir mayores insumos y mejorar los servicios de salud, afirma Gilberto Lozano, socio líder de Estrategia de la consultora EY México.
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“Como no termina y pueden existir olas subsecuentes de contagio, lo que recomendamos es que las empresas realmente se vuelvan resilientes, que tengan protocolos de gobierno, de riesgos, de gestión de personal, de sistemas tecnológicos, de continuidad de operaciones y para manejar sus cadenas productivas”, explica el especialista.
Para que esto tenga éxito, más que nunca será fundamental el papel del líder. “El liderazgo empresarial será mucho más consciente de que sus acciones tienen un impacto en la sociedad, ya no podemos quedarnos con el líder que quiere buscar el retorno sobre la inversión. Es saber qué le pasa a la sociedad con las decisiones que se toman”, apuntó durante una charla virtual organizada por la escuela de negocios EGADE, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Las compañías tuvieron que reaccionar rápido. Esto es lo que cambiará al interior de las organizaciones.
1. Compromiso social: El éxito de las empresas va más allá del valor de sus acciones o de sus ingresos, y radica también en su capacidad para poner su granito de arena con la sociedad y responder a la crisis sanitaria actual con su oferta de valor, opina Carlos Zegarra, socio de Management Consulting de la consultora PwC México.