El multimillonario francés Bernard Arnault dio un gran golpe el año pasado al anunciar la compra de la icónica marca de alta joyería por un monto récord de 16,200 millones de dólares.
Pero menos de un año después, la adquisición, que debía celebrarse a más tardar en noviembre, cayó al agua.
El grupo francés anunció el miércoles en un comunicado de prensa que ya “no está en condiciones” de adquirir al joyero estadounidense debido a “una sucesión de acontecimientos susceptibles de debilitar la operación”.
Citó entre ellos “una carta del ministro de Asuntos Exteriores que, en reacción a la amenaza de impuestos de Estados Unidos a los productos franceses, pedía a LVMH que aplazara la adquisición de Tiffany hasta después del 6 de enero de 2021”.
“La Junta de Directores también tomó nota de la solicitud de Tiffany de prorrogar el plazo para la conclusión del acuerdo del 24 de noviembre de 2020 al 31 de diciembre de 2020”, añadió LVMH.
No obstante, LVMH ha “decidido atenerse a los términos” del acuerdo celebrado en noviembre de 2019, que establece un plazo para el cierre de la transacción a más tardar el 24 de noviembre de 2020, y ha “observado que, tal como están las cosas, LVMH no está en condiciones, por tanto, de completar la adquisición de Tiffany & Co”, apuntó.
En otro comunicado de prensa, enviado unos minutos después, Tiffany anunció que llevará al grupo francés a los tribunales en Estados Unidos para obligarle a completar la transacción y cumplir con los términos del acuerdo firmado entre las partes.
“Lamentamos tener que tomar esta acción, pero LVMH no nos ha dejado otra opción que iniciar un litigio para proteger a nuestra compañía y a nuestros accionistas,” dijo el presidente de la junta de directores Roger N. Farah, insistiendo en que Tiffany estaba comprometida a cerrar el trato.