“Aunque sea tardado, hay que hacer las cosas bien”
Santiago Arroyo Seguedo, director de Ursus Energy, cuenta que la corrupción es una generadora de pérdidas, tanto económicas como de los valores de una empresa. Por eso, en el sector energético, que considera "agreste", se debe tener un fuerte esquema de compliance como precaución, porque existen muchos factores de riesgo y una regulación constante con el gobierno, lo que aumenta las interacciones entre el sector público y privado.
El empresario detalla que las compañías del sector energético —que tiene un retorno de inversión de seis años— deben hacer las cosas bien desde el principio, sin mordidas, porque siempre estarán sujetas a inspecciones y cambios. Por ejemplo, durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, asegura Arroyo, hay una “cacería de brujas” contra los gasolineros, y a muchos se les auditó, investigó e incluso les congelaron cuentas bancarias sin probarles un solo delito.
“Tenemos que cambiar de mentalidad, hacer las cosas bien como prevención, porque ¿qué hago si bloquean mis cuentas? Tenemos que entender que estamos expuestos a riesgos. Tenemos que tener estrategias, por ejemplo, si llega un inversionista y no le cae bien al presidente. Por eso debemos tener una estructura sólida, donde el empresario esté empoderado y diga: 'Yo tengo todo en orden, no tengo nada que esconder, no tengo cola que me pisen, entonces puedo denunciar, puedo ampararme, puedo defenderme'. Por eso es importante el programa de compliance, porque en este negocio, si no lo tienes, vales gorro”, asegura.
“Es más fácil prevenir una situación de riesgo que corregir un escándalo viral”
Según José Claudio Treviño, líder del área de advisory forensic de KPMG México, cuando una empresa crece, también se incrementan sus riesgos de enfrentarse a un hecho de corrupción o fraude, porque al expandirse comparte propiedad con terceros, que muchas veces serán gestores, intermediarios, representantes, y ante ello la compañía debe implementar nuevos estándares para prevenir fraudes o actos de corrupción.
Cuando se tiene una nueva relación comercial con terceros, Treviño sugiere involucrar a los nuevos socios en medidas como fiscalización y monitoreo. Incluso cuando se tiene un representante legal ante alguna entidad de gobierno, “es un tercero de alto riesgo al cual se debe prestar mucha atención, y comprometerlo con estándares de ética y transparencia de la empresa”, explica en el estudio Prevención de fraude y corrupción en la cadena de suministro.
Una encuesta realizada por KPMG Internacional reveló que el 47% de los encuestados no tiene o desconoce si su empresa cuenta con mecanismos de identificación de terceros de alto riesgo, es decir, no sabe cómo evaluar si un nuevo socio es de riesgo o puede incurrir en fraude o sobornos. Esto evidencia la falta de interés por parte de las compañías y sus directivos por conocer a sus socios y prevenir pérdidas económicas.
“Sin duda es más fácil prevenir una situación de riesgo que corregir un escándalo de grandes proporciones, en especial cuando se ha vuelto viral en medios de comunicación o en redes sociales. Las inversiones para hacerlo no se comparan con el impacto sobre la rentabilidad y la credibilidad del negocio que provocan los actos desleales”, detalla Treviño.
¿Cómo se denuncia?
Para Sun Tzu, la prudencia y la firmeza de un pequeño número de personas pueden llegar a cansar y a dominar incluso a numerosos ejércitos. Esto también pasa frente a casos de corrupción que se han denunciado y han tenido consecuencias para los corruptos.
“Con qué cara ves a tus hijos y les dices que no hiciste nada”
Antes de denunciar legal y públicamente el esquema de despojo que el exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, presuntamente operaba desde el Caribe mexicano, el empresario Armando Santacruz convocó a varios afectados. Todos tenían miedo de denunciar.