Petróleos Mexicanos se ha convertido en la mayor apuesta del gobierno federal para mejorar la competitividad y mejorar la economía del país. Además de modificar algunos lineamientos regulatorios para favorecer a la estatal, la administración federal también ha inyectado recursos para mejorar las finanzas de la compañía, pero hasta ahora estas acciones no han dado del todo resultados.
En el tercer trimestre de este año la petrolera reportó utilidades por primera vez durante la administración del presidente López Obrador, por 1,411 millones de pesos. Pero estas ganancias no son suficientes para subsanar las pérdidas por 606,587 millones de pesos que acumuló en los primeros seis meses de este año.
El académico de Reino Unido considera que el gobierno federal podría recurrir al ejemplo de otras petroleras internacionales que también funcionan bajo la figura estatal, cuyo funcionamiento ha sido exitoso, tal es el caso de Equinor, la empresa de energía de Noruega.
“(El gobierno podría voltear a ver a) empresas como Equinor, que son empresas estatales y realmente son excelentes operadores técnicamente, excelentes en el mar del norte y todo el mundo”, dijo esta mañana.
La estrategia de la empresa estatal noruega se ha basado en evolucionar su negocio de petróleo y gas a uno en el que también tienen cabida las inversiones en energías renovables, como la eólica marina, la solar y la geotérmica. Así, en 2018 la compañía mudó de nombre, de Statoil a Equinor, como parte de una estrategia más incluyente.
Por su parte, Merlin Cochran, director general de la Asociación Mexicana de Hidrocarburos (AMEXHI) consideró que la compañía estatal tiene posibilidades de ser exitosa, si es que se implementan las reformas necesarias en su operación y sin que esto bloquee la participación de privados.
“Hay una necesidad de reforma y se necesitan enfatizar ciertas reformas para el mejoramiento de Pemex, no lo veo compitiendo con respecto a otros países, pero sí existe el potencial en Pemex, obviamente le hace falta mejorar la operación”, dijo Cochran.