La utilidad del trimestre contrastó con la pérdida de casi 88,000 millones de pesos del mismo periodo del año pasado. El anuncio de utilidades resulta una pequeña victoria para la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha sido duramente criticada por modificar las reglas vigentes de la reforma energética para favorecer a Pemex y devolverle el poder predominante que tenía hasta antes de la apertura del mercado.
Pero los resultados de este trimestre no son suficientes para subsanar las pérdidas por 606,587 millones de pesos acumuladas en los seis primeros meses de este año, en los que la petrolera vio los primeros estragos generados por la emergencia sanitaria.
Los principales factores que jugaron a favor de la petrolera fueron una menor importación de productos –debido a la baja demanda de hidrocarburos– y una apreciación de 2.2% de la moneda nacional frente al dólar, que se tradujo en una utilidad cambiaria por 36,200 millones de pesos.
La empresa también se favoreció del pago de menos impuestos al Estado mexicano, debido a una serie de beneficios fiscales otorgados a Pemex.
Así, en el trimestre Pemex pagó 43% menos impuestos, con un total de 41,800 millones de pesos en los tres meses correspondientes, de acuerdo con la información vertida en su estado financiero.
La principal razón de la baja de impuestos yace en la decisión del gobierno federal por disminuir el porcentaje que la petrolera paga como parte del derecho de utilidad compartida, conocida como tasa DUC y que representa cerca del 85% de los impuestos que la petrolera paga a Hacienda por la extracción y producción de crudo.
En abril pasado, el gobierno federal anunció una disminución de 65% a 58% en la cantidad que Pemex paga por este concepto. Esto, se informó en ese momento, se traduciría en recursos extras para la petrolera equivalentes a 65,000 millones de pesos.