"El grueso del programa se llevará a cabo en enero, febrero y marzo. Y esperamos que en algún momento después de Pascua las cosas puedan empezar a volver a la normalidad", dijo Matt Hancock, secretario de Salud de Reino Unido, que ha ordenado por adelantado 100 millones de dosis para sus 67 millones de habitantes.
En los países pobres, en los que la logística de distribución de las vacunas rivales planteaba un reto mayor, el efecto de una alternativa más barata y fácil podría ser aún más pronunciado. Zahid Maleque, ministro de Salud de Bangladesh, que está comprando 30 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca fabricada en la India, calificó los hallazgos como "muy buenas noticias".
"La gran ventaja de tener la vacuna es que puede ser almacenada, transportada y manipulada a 2-8 grados centígrados, y tenemos esa instalación de almacenamiento", dijo.
También el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, celebró la noticia en tanto que esta es una de las empresas con las que el gobierno mexicano ha hecho un convenio de distribución.
La científico jefe de la Organización Mundial de la Salud, Soumya Swaminathan, calificó los resultados de "alentadores" y dijo que el organismo de salud esperaba con interés ver los datos.
"Acogemos con beneplácito los esfuerzos de Oxford/AZ para que la vacuna sea asequible y fácil de almacenar, lo que será bueno para los países y las personas de todo el mundo".
Sin embargo, hubo críticas a los hallazgos de AstraZeneca.
Los analistas del SVB Leerink, un banco de inversiones centrado en salud, dijeron que AstraZeneca no había revelado aún suficiente información sobre los acontecimientos de seguridad que le habían obligado a suspender temporalmente un estudio en Estados Unidos.
Leerink señaló que sólo un pequeño número de personas había recibido la primera dosis más pequeña. De los 131 casos de COVID-19 en el estudio, los investigadores no dijeron cuántos habían recibido la dosis inicial más pequeña para establecer la base de su hallazgo de eficacia del 90%.