Unas ganancias que podrían aumentar si se tiene en cuenta que es muy probable que sean necesarias al menos dos dosis de las vacunas y que éstas se suministrarán a más de la mitad de la población mundial.
Tölke resalta que las principales farmacéuticas que lideran la carrera para desarrollar la vacuna tienen como próximo reto aumentar la capacidad de producción y distribución para satisfacer la demanda.
Un desafío que provocará que incurran en gastos iniciales que absorberán los primeros ingresos. Sin embargo, a partir de entonces, pueden obtener unos fuertes beneficios.
Desde Scope defienden que estas cifras muestran el desigual impacto económico de la pandemia en las diferentes industrias, "desastroso para algunas, pero de leve a positivo para otras, como la industria farmacéutica".
Tercera vacuna contra COVID-19 de AstraZeneca/Oxford demuestra eficacia de 70%