El sector restaurantero es uno de los que más ha sufrido los daños económicos de la pandemia, dado que ha tenido que recortar horarios y el aforo en sus unidades como parte de las medidas sanitarias ante el COVID-19. Y un nuevo cierre, advierten los empresarios, sería catastrófico para el sector.
Francisco Fernández, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), señala que el panorama podría complicarse para el sector con un nuevo confinamiento ante la amenaza de que en algunas entidades, como Ciudad de México, se regrese al color rojo del semáforo epidemiológico.
“Si llegase el cierre sería catastrófico. Si se volviera a cerrar nos agarrarían hincados. Cuando esto sucedió teníamos recursos y una dinámica de ingresos, pero de un día a otro esos recursos se fueron a cero y se tuvieron que mantener los egresos, que es la fórmula perfecta para quebrar. Si esto se prolonga tres meses o cuatro meses, seguirá el cierre de establecimientos y la pérdida de empleos”, declaró Fernández en un encuentro con medios.