“La negociación se hizo con el afán de poder patear un poco de dinero para el siguiente, no porque no había la cantidad suficiente para solventar este año”, dijo una fuente al interior de la filial que pidió no ser citada.
La petrolera nacional, que ya vivía un momento financiero complicado, vio mermados de manera importante sus ingresos debido a la pandemia, pues ésta trajo consigo bajas importantes en el precio internacional del petróleo –la mezcla mexicana incluso tocó valores negativos durante abril– y una fuerte reducción en la demanda de hidrocarburos, que incluyó mermas importantes en las ventas de combustibles al interior del país y en los envíos al extranjero.
Con el proceso de negociación la estatal Pemex consiguió aumentar el tiempo de pago hasta 180 días y bajas de hasta 25% en los montos pactados en algunos contratos.
El proceso al interior de Pemex Exploración y Producción (PEP) comenzó a mediados de julio y concluyó en octubre pasado, dijo la fuente que habló bajo condición de anonimato.
Desde julio pasado versiones periodísticas apuntaban que la petrolera buscaba pagar a algunos de sus contratistas hasta el próximo año, debido a la falta de recursos y a un recorte que enfrentó PEP al inicio de la pandemia.
La dirección de Pemex anunció en abril pasado, casi al inicio de la emergencia sanitaria por coronavirus, que recortaría en 40,500 millones de pesos el presupuesto de la filial dedicada a la producción de crudo, como parte de una estrategia que buscaba reducir el impacto de la emergencia sanitaria en las finanzas de la compañía.
La estrategia que pretende efectuar la petrolera dirigida por Octavio Romero Oropeza se basa en utilizar recursos del año fiscal siguiente para aliviar las deudas relativas a este 2020 que mantiene con sus proveedores.
La compañía petrolera fue consultada, pero no emitió comentarios al momento de la publicación.