“Lo que vemos como un reto es prometer que la compañía puede crecer su producción con la rapidez que nos gustaría sin contar con fondos de fuera de México. Estamos justo arrancando este proceso el año entrante para acceder a los mercados de capital mexicanos o internacionales. Sentimos que Jaguar está bien posicionado al respecto por nuestra gran posición en el país y nuestro enfoque en gas natural”, dice el CEO de Jaguar Exploración y Producción en entrevista.
La empresa aún no tiene el plan definitivo para captar nuevos recursos. Warren, un veterano de la industria con experiencia en diferentes mercados de Latinoamérica, admite que la decisión del actual gobierno federal de no continuar con la apertura del sector y otorgar más contratos a los privados ha frenado un tanto el interés de los inversionistas en la actividad petrolera del país.
"Crear otro factor que hace difícil levantar capital es contraproducente si se quiere ver incremento de producción rápidamente", dice.
La decisión gubernamental se suma a otros factores que han dificultado la captación de nuevo capital en el sector: la transición energética, los bajos precios del petróleo y la disminución en la demanda causada por la pandemia de coronavirus.
Jaguar, dice Warren, aún tiene varias opciones sobre la mesa para captar nuevo capital. La empresa podría realizar una emisión en bolsa, asociarse con otra compañía o sumar más inversionistas a su estructura actual.
El CEO no reveló la cantidad de recursos que buscan captar, pero estos deberán ser suficientes para impulsar uno de los principales planes de la compañía: extender la mayoría de los bloques que ganó en las rondas 2.2 y 2.3, pues consideran existe una buena prospectiva de producción.
Jaguar, la segunda compañía nacional que recibió más contratos después de Pemex, aún no comienza la producción formal en los bloques que se adjudicó en julio de 2017. Hasta ahora ha centrado sus esfuerzos en las actividades de exploración.
De los 11 bloques que ganó en 2017 –algunos en conjunto con Sun God–, sólo dos son potenciales productores de crudo. Así, el plan de Jaguar es centrarse en la producción de gas, un hidrocarburo que actualmente se importa en grandes cantidades de Estados Unidos, después de que Pemex abondonó paulatinamente su producción. Cinco de los contratos que firmó Jaguar corresponden a campos que la petrolera nacional decidió abandonar años antes de la emisión de la reforma.
Si bien algunos bloques de la compañía ya aportan una cantidad mínima de gas, Jaguar prevé sumar producción importante hasta finales del año próximo o inicios de 2022.
Y aunque la compañía seguía interesada en participar en las rondas petroleras –por ejemplo, ya estaba inscrita para la licitación 3.2 que fue cancelada en diciembre de 2018–, los 11 bloques que tienen hasta ahora son suficientes para que Jaguar se mantenga en el negocio en el largo plazo, dice Warren.
“Jaguar es un caso particular, nosotros tenemos más que suficiente para hacer, no necesitamos acceder a cosas nuevas para tener un crecimiento muy importante”, cuenta.