“El SAT no tiene injerencia alguna en el pago de Interjet a sus trabajadoras y trabajadores, y que en caso de que dicha aerolínea tenga algún adeudo laboral o de otra índole, este es de su entera responsabilidad”, enfatizó.
La dependencia incluso cuestionó los cambios directivos y de accionistas que ha atravesado la aerolínea, asegurando que una potencial inyección de capital “debería conducir a mejorar la condición financiera de la empresa”, y a que “cumpla con sus obligaciones laborales y fiscales”.
“Para que las actas de asamblea que formalizan los cambios en las y los accionistas y Consejo de Administración surtan efectos legales, se deben inscribir en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, situación que hasta el momento no ha sucedido”, aseveró.
El SAT también hizo referencia al pago a través de insumos médicos que buscaba Interjet, y que, a decir de la autoridad, no está permitido conforme a la ley.
“Si bien hace algún tiempo se aplicó esta figura, la misma fue eliminada en 2016, en virtud de los abusos de la misma, ya que era una forma de que el gobierno adquiriera mercancía fuera de licitación”, informó.
Interjet se mantiene en una crisis financiera que data desde 2019, cuando se dieron a conocer los adeudos de la aerolínea en materia fiscal y con sus proveedores. La pandemia de COVID-19 agravó la situación de la empresa, que dejó de operar alrededor de 65 aviones ante la falta de ingresos, y que eventualmente le llevó a salir del mercado internacional desde abril, y a suspender todas sus operaciones desde mediados de diciembre.