La ausencia de nuevos permisos no se debe a la falta de solicitudes por parte de las empresas. De acuerdo con registros del regulador, de mayo a octubre pasado la CRE recibió 99 solicitudes de compañías privadas y de CFE para generar electricidad, sólo siete de estos fueron resueltos.
Si bien la ralentización en el procesamiento de solicitudes se profundizó durante este año, desde octubre de 2019 el órgano de gobierno de la CRE redujo el número de autorizaciones aprobadas.
Como ejemplo, en 2018 y 2017 la Comisión otorgó 88 y 97 nuevos permisos a compañías privadas, respectivamente.
La administración federal actual ha acusado en diversas ocasiones que durante el sexenio pasado se otorgaron permisos de generación en exceso –muchos de estos para la puesta en marcha de centrales renovables–, lo que ha puesto en riesgo la confiabilidad del sistema eléctrico nacional y ha quitado fuerza de mercado a la empresa eléctrica nacional, según argumentan.
La ausencia de nuevos permisos coincide con la paralización de algunas actividades de la administración federal por la emergencia sanitaria –de marzo a septiembre la CRE no aprobó ninguna autorización–.
Pero fuentes del sector apuntan que esta decisión está más relacionada con la política energética impulsada desde el gobierno federal para devolver a la Comisión Federal de Electricidad su protagonismo en la generación eléctrica, una actividad en la que perdió exclusividad con la reforma energética.