La CFE no da más detalles sobre el proyecto que involucraría tecnologías renovables, pero señala que este entraría en operación hasta 2027, una vez terminada la actual administración federal.
La compañía eléctrica ha apostado en los últimos años por tecnologías que funcionan a base de gas natural, debido al bajo costo del energético y a que es un combustible que causa un menor impacto ambiental, aunque en los últimos meses también ha abierto la puerta a aumentar el uso de combustóleo.
El gobierno federal ha seguido la misma línea y ha decidido apoyar la generación vía fuentes fósiles, como el gas y combustóleo.
Y, aunque ha asegurado que apoyan el uso de renovables, hasta ahora las políticas en el sector han ido encaminadas a detener el avance de las centrales eólicas y solares, principalmente en manos de privados.
La empresa estatal ha asegurado que su apuesta por energías limpias estará basada principalmente en la rehabilitación de las plantas hidroeléctricas, que generan electricidad con la fuerza del agua.
La CFE centrará sus siguientes proyectos a base de gas en los extremos del país, las penínsulas de Baja California y Yucatán, dos zonas que han registrado problemas de suministro eléctrico en los últimos años.
De acuerdo con el documento dado a conocer el viernes pasado, la compañía tiene el plan de construir dos nuevas centrales de ciclo combinado en Yucatán –las plantas Mérida y Riviera Maya-Valladolid– y seis proyectos para Baja California y Baja California Sur.
Los proyectos propuestos –que también incluyen adhesión de capacidad en lugares como Sonora, Mérida y Veracruz– requerirán una inversión cercana a 116,000 millones de pesos, que serán financiados a través del Fideicomiso Maestro de Inversión, un instrumento de reciente confección con el que la compañía pretende realizar nueva inversión productiva a través del uso de las utilidades acumuladas y futuras de CFEnergía y recursos de capital de emisiones de la Fibra E.
La compañía ha decidido impulsar las nuevas centrales, a pesar de que en julio pasado canceló, resultante del incierto panorama por coronavirus, las licitaciones internacionales para la construcción de cuatro plantas de generación eléctrica.