Para ganar presencia en este segmento, Marriott firmó un acuerdo de largo plazo con Blue Diamond Resorts –la división hotelera de la firma canadiense Sunwing Travel Group– para la conversión de diferentes complejos a la marca Autograph Collection, que forma parte del portafolio Todo Incluido de la empresa. En total, la conversión será de 19 hoteles y 7,000 habitaciones.
Con ello, cinco complejos en Cancún de las marcas Royalton y Planet Hollywood pasarán a formar parte de esta marca, aunque la operación continuará a cargo de Blue Diamond Resorts. Además, ambas compañías acordaron la conversión de otros cinco hoteles en República Dominicana, cuatro más en Jamaica, uno en Costa Rica, además de conversiones en Antigua y Santa Lucía que llevarán a Marriott a tener presencia por primera vez en estos mercados.
Parte de este plan responde a la necesidad de atraer al segmento de lujo después de la pandemia. Un segmento en donde Kousemaeker considera que hay mucha demanda “frustrada”, y en el que los complejos ‘todo incluido’ juegan un papel práctico para pagar un precio por todo el viaje.
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A ello se suman ventajas operativas y financieras que traen las reservaciones a precios fijos por adelantado.
“Para el negocio, tenemos una mayor participación en la billetera del viajero. La estancia es más larga, se reserva con más antelación, y esto significa una mayor precisión para las proyecciones”, explica el directivo.
Los complejos ‘todo incluido’ también ofrecen la oportunidad de agrupar varios hoteles dentro de un mismo complejo turístico, lo que trae eficiencias y márgenes operativos más altos, asegura Kousemaeker. Esta estrategia ha sido puesta en marcha para el proyecto NIA, en Riviera Nayarit, que agrupará un complejo Autograph Collection, un Ritz-Carlton, un Marriott y un complejo de la marca Westin Hotels.
En paralelo a la apuesta por el all inclusive, Marriott alista nuevas aperturas en Tulum, Mérida, Cancún, Monterrey, Ciudad Juárez, San Luis Potosí y Mexicali en el transcurso del año.