Patrick Slim Domit, director general de Grupo Sanborns, explicó que los consumidores estuvieron aplazando las compras hasta el Buen Fin, evento comercial que tuvo lugar entre el 9 y 20 de noviembre. Sin embargo, días después el Gobierno Federal amplió las restricciones para evitar contagios en varios estados del país, lo que desencadenó un paro total de establecimientos.
“A mediados de diciembre los restaurantes y tiendas departamentales volvieron a cerrar completamente, lo cual redujo el tráfico de clientes en todos los formatos y continúan diversas restricciones de horario y porcentaje de aforo”, dijo el directivo.
A pesar de esto, agregó Slim Domit, el dinamismo de las ventas de e-commerce continuó, las cuales crecieron 3.3 veces en el cuarto trimestre del año.
“Como estrategia a corto plazo para hacer frente a esta emergencia fueron impulsados los negocios online (...) Esta fase tuvo su manifestación más importante en los meses de abril y mayo, aunque en varios estados se extendió incluso hasta junio y julio”, mencionó el empresario.
La utilidad neta anual cayó 75.3% al conseguir 727 millones de pesos. El flujo operativo de la empresa (Ebitda) experimentó una reducción de 69.9% a 2,041 millones de pesos.
Grupo Sanborns prevé que la incertidumbre económica continúe en 2021, lo que podría complicar la situación financiera de la empresa. A pesar de esto, confía en que el regreso a la “nueva normalidad” vuelva a generar flujos de efectivo positivos en sus operaciones.
“La compañía continuará haciendo frente a sus obligaciones ante todos sus acreedores, incluyendo pago de salarios completos,inclusive durante el cierre completo de algunas de sus tiendas, manteniendo la plantilla laboral sin renovarse contratos eventuales”, aseguró en el reporte financiero.
A partir del 1 de febrero, los establecimientos de Grupo Sanborns en el Estado de México abrieron a un 20% de su capacidad, mientras que en la Ciudad de México la reapertura se retrasó hasta el 8 de febrero con el mismo aforo.