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Los proyectos del Corredor del Istmo están en la mira por su factibilidad

Algunas obras portuarias y ferroviarias que incorpora el Corredor no cuentan con los elementos suficientes que garanticen el incremento de la demanda prevista, advierte la ASF.
mié 24 febrero 2021 05:00 AM
Ferrocarril del Istmo
El proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec busca crear una plataforma logística que una a los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos a través de modernizaciones ferroviarias y portuarias.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió que la desarticulación de los proyectos que integran al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (con obras en los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, además de modernizaciones en el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec) pone en riesgo el desempeño del programa de desarrollo planteado para la región, que incluso carece de algunos escenarios de planeación actualizados.

En la auditoría de desempeño del Programa para el Desarrollo del Istmo, que se desprende de la Cuenta Pública 2019, se señalan problemas que van de la falta de profundidad en el análisis del área de influencia del proyecto –que abarca 79 municipios–, a la falta de actividades que reflejen las inquietudes de las comunidades indígenas. A ello se suman señalamientos sobre los alcances del Corredor.

“No en todos los proyectos se garantizó su factibilidad técnica, legal, económica y ambiental, y se observó que las estimaciones de demanda, asociadas a la rentabilidad de los proyectos, no consideraron supuestos razonables ni la reconfiguración de la región bajo el programa del Istmo de Tehuantepec”, advierte la Auditoría.

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La ambición del proyecto del Corredor del Istmo es construir una plataforma logística para conectar los puertos de Salina Cruz (en el océano Pacífico) con el de Coatzacoalcos, hacia el Golfo de México y el océano Atlántico. El Ferrocarril del Istmo juega un papel clave en este proceso, pues se pretende elevar de manera significativa la demanda de carga a través de la llamada Línea Z, un proyecto de 213 kilómetros que busca captar parte de la mercancía que mueve el autotransporte vía carretera.

“No se identificaron elementos suficientes que permitieran evaluar la razonabilidad de los supuestos, con los cuales la demanda se incrementaría en 982.3%, al pasar de 400,466.1 miles de toneladas a 4,334,375.4 miles de toneladas con la implementación del proyecto”, señala la ASF.

Incluso, el órgano considera que el estudio de la demanda fue insuficiente, al no considerar la reconfiguración del Istmo de Tehuantepec bajo las directrices del plan de desarrollo para la región, que también contempla la creación de los llamados Polos de Desarrollo para el Bienestar, áreas que ofrecerán incentivos fiscales para atraer la inversión.

Pese a que el Corredor contempla acciones que involucran a 23 dependencias y entidades de la administración pública, ninguno de los programas sectoriales –a excepción del de Comunicaciones y Transportes– define planes concretos con la región del Istmo, lo que pone en riesgo el cumplimiento de las acciones prioritarias del proyecto.

“El CIIT tampoco acreditó los avances para el establecimiento de instrumentos de coordinación y comunicación con los actores responsables de implementar las acciones puntuales, lo cual podría implicar que no existan los suficientes mecanismos programáticos que garanticen su ejecución”, concluye la ASF.

El proyecto del Corredor del Istmo tiene asignado un monto de 3,509 millones de pesos para este año. Hace unos días, presentó su Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios, y de Obras Públicas, que contempla recursos por 142.2 millones de pesos. Las proyecciones del Gobierno Federal apuntan a que el proyecto comience a marchar a partir de 2023.

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