El balance financiero indica el monto resultante de restar los gastos de la compañía a sus ingresos totales, y es una de las variables para determinar la rentabilidad de una empresa.
En el primer plan de negocios (2019-2023) a cargo de la administración morenista se planteaba que la estatal lograría este objetivo en 2021 con ganancias por 38,000 millones de pesos, pero en el nuevo documento plantea terminar este año con un balance financiero negativo de casi 93,000 millones de pesos.
Anteriormente la administración planteaba que a partir de 2022 las ganancias de la compañía podrían destinarse al pago anticipado de la deuda y fondear su pasivo laboral, lo que queda descartado con las nuevas estimaciones.
La petrolera terminará 2021 con pérdidas a pesar de los apoyos financieros que recibirá este año de la Secretaría, que equivalen a 170,000 millones de pesos o cerca de 8,300 millones de dólares y que incluye una inyección de capital para cubrir las amortizaciones de su deuda y una beneficio fiscal al disminuir la tasa de utilidad compartida que paga la petrolera por la producción de crudo.
Los analistas del sector ya han advertido que los apoyos federales se evaporarán rápidamente debido a que no se ha cambiado el plan rector de la compañía, lo que representa un riesgo para las finanzas públicas.
Y los números serán menos alentadores en 2022, año en que la petrolera estima reportar un balance financiero negativo de 143,000 millones de pesos, según la información vertida en el documento.
Exceptuando 2019, la petrolera ha cerrado desde 2009 con balances financieros negativos, a pesar de tener un mejor panorama caracterizado por precios internacionales del petróleo de hasta 100 dólares por barril, según ha recopilado el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) en un análisis reciente.
En el documento la petrolera explica que el principal factor para el cambio en sus planes se deriva de la pandemia de coronavirus y sus diferentes efectos en la economía mundial.
Esta no es la primera meta que la petrolera ajusta a la baja. Pemex también ha reducido su objetivo de producción de crudo, desde los 2.6 a 2 millones de barriles diarios hacia finales de 2024.