Con la última cifra reportada, este indicador suma tres meses al alza, aunque mes a mes el aumento ha sido marginal.
La producción fue 1.9% –equivalente a 32,000 barriles- mayor a la reportada en febrero pasado. Pero en comparación anual, es decir, respecto a marzo del año pasado, la cifra fue 2.8% o 45,000 barriles menor.
Con el último resultado, Pemex y las compañías privadas se acercan al ritmo de producción que se vio interrumpido por la emergencia sanitaria y que provocó una baja histórica en los precios y en el consumo de petróleo.
Poco antes de que fuera declarada la pandemia por coronavirus en el país, la extracción de petróleo ya había sumado seis meses por arriba de los 1.7 millones de barriles diarios. Su última producción por encima de esta cifra fue en abril del año pasado con 1.727 millones de barriles al día.
A partir de abril, mes en que se instauraron la mayoría de las medidas de distanciamiento, la producción de la compañía y la estatal registró un fuerte revés marcado por decisiones comerciales y por un acuerdo que firmó México con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir la extracción de crudo y así disminuir el impacto en los precios.
La última proyección del gobierno federal estima una producción de 2 millones de barriles diarios para el cierre de este año y lo que resta del sexenio, pero los niveles de inversión y el ritmo de avance hasta ahora reportado principalmente por Pemex posiciona a la meta aún lejos de alcanzar.