Boeing ha entregado más de 85 aviones 737 MAX desde que recibió la aprobación de la mayoría de reguladores para reiniciar los vuelos el año pasado luego de dos incidentes fatales, lo que elevó sus ingresos y el flujo de caja de la empresa.
Pero el 737 MAX sigue sin poder volar en el pujante mercado de China, donde Boeing ha sido expuesto a las profundas tensiones geopolíticas que han continuado bajo la presidencia de Joe Biden en Estados Unidos.
Un problema eléctrico detectado en algunos modelos del avión a inicios de este mes también generó dudas sobre la capacidad de Boeing de recuperarse rápido para elevar la producción del 737 MAX a 31 aviones por mes hacia inicios del 2022.
Las aerolíneas han sacado de servicio de decenas de aviones 737 MAX, a la espera de reparaciones que Boeing espera acelerar.
"Si bien la pandemia mundial continúa desafiando el entorno general del mercado, vemos 2021 como un punto de inflexión clave para nuestra industria", dijo el presidente ejecutivo Dave Calhoun en un comunicado que acompañó a los resultados.
Boeing también confirmó una tasa de producción drásticamente reducida de cinco aviones 787 por mes, después de consolidar las faenas en su planta de Carolina del Sur.
La aerolínea estadounidense reportó una pérdida operacional estructural de 353 millones de dólares en el primer trimestre terminado el 31 de marzo, en comparación con el saldo negativo de 1,700 millones de dólares registrados en el mismo periodo del año anterior.
Boeing dijo que asumió un cargo antes de impuestos de 318 millones de dólares en el trimestre relacionado con la nueva flota del avión presidencial Air Force One basado en su aeronave jumbo 747-8.
Un subcontratista del Air Force One, GDC Technics, se declaró en quiebra el lunes luego de que Boeing cancelara sus contratos.
Boeing demandó a la compañía GDC previamente este mes por no completar las obras internas de dos aviones 747-8 para el programa Air Force One que requerían modificaciones. GDC presentó una contrademanda la semana pasada, buscando un compensación de al menos 20 millones de dólares por la cancelación de los contratos.