“[Chihuahua y Silao] son ciudades que normalmente no manejaban volúmenes que fueran atendidos de manera local, sino que siempre llegábamos de otras ciudades, ya fuera Guadalajara, Hermosillo, etcétera”, explica en entrevista. “Las ciudades han ido creciendo en sus volúmenes, y éstas se han vuelto un nodo importante para establecer capacidad”.
Los nuevos cross-dock se sumarán a la red de 11 complejos con la que la firma cuenta actualmente, con los que busca implementar sus esquemas de cadenas de suministro flexibles, con los cuales se puede atender a diferentes sectores con menos recursos, asegura Aderman, quien prescindió de dar montos de inversión por un periodo de silencio de la compañía a nivel global.
“Cuando a lo mejor usas una unidad FTL [o solución de carga completa] a Monterrey, subes un producto del sector consumo, y ahí tienes un cliente del sector automotriz que tomas para la red de aftermarket. Con la misma unidad vienes de regeso, entregas en una planta de producción, y en la misma ciudad recolectas materias primas que traes a la Ciudad de México para el sector farmacéutico”, ejemplifica el directivo.
Este esquema ya está en marcha en ciudades como Monterrey, donde se da servicio a hasta cinco sectores, y que para los clientes reduce hasta un 25% en costos.
Con la incorporación de unidades híbridas, la compañía también busca concretar su objetivo global de ser una empresa con cero emisiones para 2050.
“Hemos estado implementando la flota de motocicletas eléctricas que también nos reducen las emisiones de contaminantes. Soluciones también como el intermodal las hemos estado expandiendo, entre terrestre y ferroviario, que también permiten reducir la huella de carbono”.