1. ¿Qué es el programa IASA y por qué a México le afecta?
El programa IASA comenzó a ser implementado por la FAA a partir de 1992, cuando derivado de un incidente del vuelo 52 de la aerolínea colombiana Avianca, la autoridad estadounidense planteó evaluar los estándares de seguridad de las aerolíneas que operan en el país.
Bajo este programa, la FAA realiza una auditoría a las reglas de supervisión de la seguridad aérea de cada país conforme a las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), basada en ocho elementos críticos como la legislación general de aviación, regulaciones operativas y las cualificaciones y entrenamiento del personal técnico, entre otros rubros.
De este ejercicio se derivan dos resultados. En el primero, los países cumplen con los estándares de la OACI, y son los que entran en la Categoría 1, donde todavía se encuentra México. En el segundo escenario el país no alcanza estos estándares, con lo cual la FAA coloca al Estado en la categoría 2.
“Es importante distinguir que esta auditoría se basa no en la seguridad de las aerolíneas, sino más bien en la supervisión gubernamental de la seguridad aérea”, explica Andrés Remis, experto en el área aeronáutica y aeroportuaria de Santamarina + Steta.
2. ¿Qué pasa con una degradación a Categoría 2?
De acuerdo con el programa IASA publicado por la FAA, los transportistas de países enlistados en la Categoría 1 tienen permitida la operación en Estados Unidos, ya sea directamente o a través del esquema de código compartido, en el que una empresa vende el vuelo y otra lo opera, como sucede con el caso de Aeroméxico y Delta.
Sin embargo, las aerolíneas de un país que es degradado a Categoría 2 tienen estos servicios limitados a los niveles existentes al momento del recorte de la calificación, y, además, tienen prohibido iniciar nuevos servicios y alianzas comerciales en Estados Unidos.
En otras palabras, las aerolíneas mexicanas que vuelen a Estados Unidos al momento de la degradación podrán continuar haciéndolo bajo esas condiciones, pero sin poder agregar o modificar nuevas rutas, incorporar nuevos aviones, aumentar o reducir frecuencias, ni iniciar nuevos programas de códigos compartidos, refiere Remis.
“Esto va a restringir la capacidad de las aerolíneas mexicanas para agregar nuevas frecuencias, o bien, cambiar o modificar los horarios e itinerarios de las frecuencias existentes”, explica.
De acuerdo con el programa IASA, hasta el pasado 11 de febrero, sólo ocho de 86 países se encuentran listados en la Categoría 2: Bangladesh, Curazao, Ghana, Malasia, la Organización de Estados del Caribe Oriental, Pakistán, Tailandia y Venezuela.