“Lala ha hecho diferentes estrategias en los últimos años para seguir creciendo, pero el mercado no le ha reconocido esto” dice la analista. "Los accionistas (mayoritarios) optan recomprar sus acciones, porque a pesar de todo lo que están haciendo como compañía para repuntar y generar mayor valor, esto no no se ve reflejado en el precio de sus acciones", añade.
Grupo Lala decidió consolidar su internacionalización en Centroamérica, Brasil y Estados Unidos con la compra de otras empresas. Las mayores adquisiciones de la historia de la compañía han sido la de Laguna Dairy en Estados Unidos hecha en 2016, por 249 millones de dólares; y Vigor en Brasil ocurrida en 2017, a cambio de 1,380 millones de dólares.
Desde entonces, la empresa enfrentó la crítica de los analistas, quienes entonces opinaron que los montos de las operaciones aumentaban demasiado la deuda y reducían el flujo operativo de la empresa. Los inversionistas parecieron pensar lo mismo, y las acciones de Lala comenzaron a caer en Bolsa.
Estas compras, que marcaron al grupo oriundo de la comarca Lagunera, se realizaron bajo la dirección de Scot Rank, quien antes de entrar a Lala estaba al frente de la minorista Walmart al destaparse presuntos sobornos a gobiernos.
Rank dejó el cargo en 2018 y entonces Mauricio Leyva tomó las riendas de la empresa. Su administración se caracterizó por la innovación. Durante su gestión, Lala lanzó al mercado diversos productos que ampliaron el portafolio de la compañía, pero esto no se reflejó de inmediato en las ventas.
En 2019, las ventas de la compañía solo crecieron 0.5%, mientras que los gastos realizados golpearon el resto de rubros: el flujo operativo o Ebitda retrocedió 27.5% y la utilidad neta se desplomó 86.5%. A finales de 2019, Lala anunció la salida de Leyva.